"Nos ha tocado el gordo". Locura en Málaga por el adiós de Rafa Nadal y reventa a precios de jeque
Málaga ha sido sede de partidos de Champions (2012 y 2013), de un Mundial de Fútbol (1982) y de otro de Baloncesto (1986), pero lo que vivirá del 19 al 24 de noviembre con la Copa Davis será algo nunca visto. Se convertirá en el mayor espectáculo deportivo, de alcance global, en la historia de la ciudad. Y el protagonista es indiscutible: se llama Rafa Nadal, que jugará su último partido en la pista del Palacio de los Deportes José María Martín Carpena con capacidad para 10.600 espectadores.
Nadal llegó este jueves a Málaga para ir entrenándose en la pista, coger el ritmo y acostumbrarse a la superficie de un Palacio diseñado para el baloncesto (Unicaja) pero que ha acogido tres ediciones de la Copa Davis y donde también se han celebrado conciertos de música con una acústica, como mínimo, discutible. El tenista estuvo pendiente de la situación de la DANA en la ciudad, que fue recuperando la normalidad después del temporal del miércoles.
La Copa Davis de Nadal y con permiso de Carlos Alcaraz, por supuesto, ya había creado expectación en Málaga mucho antes de que se supiera que España entraba en la fase final. Pero todo se desbordó cuando el tenista mallorquín, considerado para muchos el mejor deportista español de todos los tiempos, confirmó que su último juego no sería en la pista de Roland Garros, con motivo de los Juegos Olímpicos de París, sino en la Costa del Sol.
La decisión de Nadal provocó una avalancha descomunal de interés para no perderse la Davis, pero el aforo se hubiera quedado incluso limitado con una cancha del doble o triple de capacidad: la oferta hubiera sido insuficiente para atender la demanda. Nadal jugará en la eliminatoria de cuartos de final entre Países Bajos y España el martes 19 de noviembre.
La entrada en la zona VIP para ese día cuesta 1.350 euros. La reventa de entradas ha llegado hasta la locura de los 100.000 euros. Las autoridades y los servicios de protocolo no paran de atender peticiones, mediante llamadas de teléfonos, WhatsApp y correos electrónicos pidiendo una invitación. Nadie se quiere perder la cita malagueña.
"Nos ha tocado el Gordo"
Borja Vivas, que fue olímpico de lanzamiento de peso en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016 (participó en cuatro campeonatos mundiales y cuatro europeos, en uno de los cuales logró una medalla de plata), es concejal de Deportes del Ayuntamiento de Málaga, la administración propietaria del Martín Carpena.
"El Palacio se quedará muy pequeño", admite Vivas a El Confidencial, "y no nos vendría mal una ampliación". Esta hipotética ampliación no se contempla ni a corto ni a medio plazo porque todo el foco está ahora mismo en la nueva La Rosaleda, que será sede del Mundial de Fútbol de 2030, y en la que hacen falta al menos 100 millones de euros.
Estas cifras explican por sí sola el impacto económico de la Davis en Málaga: 147 millones de euros y una ocupación hotelera superior al 85%, más propia de principio de verano que de un otoño avanzado a pesar de que la temperatura en la ciudad andaluza ha sobrepasado los 22 grados en algún momento del pasado fin de semana.
"Se puede decir que en Málaga nos ha tocado el Gordo", destaca Vivas. "Todas las marcas han querido estar en el evento y se han alineado los planetas para que los podamos organizar durante tres años situándonos al mismo nivel internacional que el de torneos como Roland Garros o Wimbledon. Es la mejor campaña que hayamos podido tener para nuestra ciudad", relata.
En Málaga no quieren ni pensar que el martes sea el primer y último partido de España en la Davis. Se confía en llegar a la final y que el último juego de Rafa Nadal se demore lo más posible. Nadal, de hecho, tiene ya intereses en la Costa del Sol mucho más allá del deporte. En unos terrenos anexos al Carpena, donde ahora mismo se sitúa una zona de aparcamiento, ya se había anunciado que crearía allí la primera sucursal de su Academia de tenis fuera de Manacor.
Los planes, eso sí, se han torcido un poco. La realidad burocrática y las concesiones se han impuesto. Al final el sitio elegido ha quedado descartado porque a menos de 200 metros se encuentran las instalaciones la Ciudad de la Raqueta, que cuenta con 19 pistas de pádel y siete de tenis. Este complejo es el elegido, pero hay problemas administrativos que dificultan el proyecto.
Andalucía paga 12 millones por la Davis y la Copa Federación pese al adiós de Piqué
Patricia López
¿Cuánto cuesta organizar esta competición? La Junta de Andalucía invierte 6,5 millones de euros para la Copa Davis y 3,5 para la Billie Jean King Cup. Quien lleva el timón es la ITF (la Federación Internacional de Tenis) y tendrán lugar por primera vez en un mismo lugar. Los días 19 y 20 de noviembre coincidirán ambas competiciones. La Billie Jean King Cup lucirá como escenario una pista que se ha instalado al lado del Carpena y que contará con un aforo de 4.000 espectadores.
"Esta Copa Davis formará parte de los anales de la historia del tenis. Dentro de 20 años habrá imágenes de la retirada de Nadal y serán en Andalucía, en Málaga", señala a El Confidencial un alto cargo del Gobierno andaluz. "Podríamos haber llenado un estadio de fútbol", admite esta misma fuente. "Vamos a terminar esta competición y luego… Dios dirá", remata.
En el Carpena se habla estos días inglés y Turismo Costa del Sol ya está ultimando la instalación de una lona de 2.600 metros cuadrados, visible desde la autovía, que cubre el frontal del Estadio de Atletismo Ciudad de Málaga y con una figura de Nadal de casi 15 metros de altura y un letrero gigante que dice: 'Gracias, Rafa'. En el Centro de la ciudad, en la Alameda Principal y junto al Museo Pompidou, hay bolas gigantes que anuncian la Copa Davis y que se entremezclan con las luces de Navidad.
Y la reventa continuará intentando hacer su trabajo hasta el último día. "No me digas el precio. Pago lo que sea". Es el comentario más habitual que está recibiendo un alto directivo andaluz agobiado por tantas peticiones desde varios continentes. La búsqueda de vuelos a Málaga no para porque nadie se lo quiere perder.