Juicio por el crimen de Wafaa, violada y tirada a un pozo: «La cogí del cuello para reducirla y al verla muerta me asusté»
El juicio por el asesinato, violación y tortura de la joven Wafaa Sebbah, cuyo cadáver se encontró un año y medio después en un pozo, ha arrancado este martes con confesiones de algunos detalles por el acusado, David S.O., conocido como El Tuvi. Ha asegurado que no tenía intención de hacerle daño: «La cogí del cuello para reducirla y al verla muerta me asusté», ha afirmado, sobre el instante justo del fatal desenlace del crimen. Está acusado de aquella cruel muerte en noviembre de 2019, de la joven de 19 años de edad cuyo cuerpo sin vida arrojó a un pozo de una finca familiar suya en Carcaixent (Valencia), y que encontraron el 17 de junio de 2021. El Tuvi, que se ha sentado este martes en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Valencia ante un jurado popular, se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable , tal y como le reclama el ministerio fiscal , por un delito de asesinato con alevosía y otros ocho años de cárcel por agresión sexual, unos hechos que considera que cometió con las agravantes de género y discriminación racial. Por su parte, las acusaciones particulares que representan a la familia de Wafaa -los letrados Juan Carlos Navarro, Jesús Ruiz e Isabel Carricondo- también reclaman para el acusado la prisión permanente revisable y 33 años de cárcel por el asesinato, violación y secuestro de la chica más la tenencia ilícita de armas . La defensa , no obstante, solicita la libre absolución para su representado al alegar que en el momento de cometer los hechos, David S.O. sufría un grave trastorno de la personalidad por un accidente de automóvil que sufrió en el año 2015 y que le ocasionó un traumatismo craneoencefálico grave. Además, el trastorno que padecía, según ha manifestado el letrado Vicente Benavent, era consecuencia de la cocaína y el alcohol que consumía con asiduidad. El Tuvi, que fue detenido un día antes de que apareciera el cuerpo de Wafaa en un pozo de una finca familiar, ha sido condenado este mismo año a tres años de cárcel por intentar estrangular a una expareja suya en 2020 y a otros 10 meses de cárcel por quebrantar la orden de alejamiento que tenía contra ella. Por otro lado, el acusado está investigado en otra causa judicial por el asesinato de Isabell Elena Raducanu, una mujer embarazada, en la localidad valenciana de Xàtiva, crimen que tuvo lugar unos meses antes del fallecimiento de Wafaa, en junio de 2019. En su declaración de este martes ante el jurado popular, El Tuvi ha manifestado, únicamente a preguntas de su letrado, que tiene un carácter «complicado» por su accidente de coche y que no ha tenido «problemas» con mujeres: «Las respeto», ha llegado a asegurar. Además, el acusado, que ha indicado que trabajaba en una frutería familiar, ha explicado que Wafaa era amiga suya y, en ocasiones, le prestaba dinero o la invitaba a comer. «Ella me lo pedía», ha indicado, tras aclarar que no se sentía atraído por ella. «Nunca le he propuesto ser mi pareja ni nada. Tampoco la despreciaba», ha añadido. «Ella tenía un carácter fuerte y a veces se enfadaba conmigo», ha descrito, para añadir que el día de los hechos no tenía intención de hacerle daño. «La idea era quedar con ella y pasar el día. No tenía previsto hacerle daño ni agredirla sexualmente ni dispararle con el rifle de perdigones», ha dicho. Ha explicado que esa tarde estuvieron bebiendo alcohol y tomando drogas --ha concretado que él se tomó media botella de ginebra y tres gramos de cocaína- y ella le pidió 1.000 euros . «Le dije que no podía, que estaba ahorrando para una casa y sabía que no me los iba a devolver. Se enfadó, me insultó y me golpeó. La intenté calmar, nos peleamos y la cogí del cuello para reducirla. Se desplomó, le tomé el puso y vi que no tenía. Me asusté. Entré en ataque de ansiedad y no sabía que hacer con ella». Y ha añadido: «Fue un accidente y una desgracia , no le deseaba eso. Sabía que eso me iba a perjudicar y decidí transportar su cuerpo a otro sitio, a otro chalet». «Le puse cinta en la cara porque me daba pena verla muerta y le até las muñecas porque estaba confuso. Le quité los pantalones y las zapatillas y la dejé caer al pozo desde arriba, que tenía agua». Ha señalado que regresó en varias ocasiones para ver si seguía el cuerpo en el pozo y vio que flotaba . Entonces le lanzó objetos para que hundiera el cuerpo, tales como piedras o tejas y le disparó con un rifle de perdigones (la víctima presentaba lesiones en numerosos huesos y siete heridas por disparo). Ha concluido afirmando que no pidió ayuda cuando vio a la joven fallecida porque «estaba solo». En cambio, la fiscal encargada del procedimiento ha expuesto ante el jurado que Wafaa sufrió «todo tipo de perrerías » por parte del acusado, sobre el que ha manifestado que el trastorno orgánico de la personalidad que padece no afecta a su imputabilidad. Ha explicado que la víctima vivía en el momento del crimen en Carcaixent junto a una persona mayor con la que no tenía mantenía ninguna relación sentimental. «Era una persona espontánea, alegre, divertida y con mucha vida social», ha descrito ante los miembros del jurado. Compartía parte de su tiempo de ocio con el acusado, David S.O., quien «tenía un interés sexual por ella, tal y como se ha podido ver en algunos mensajes rescatados», ha dicho, al tiempo que ha agregado: «Ella siempre lo rechazaba y, con cierta sorna, le decía que era una persona vieja y fea». «Yo sostengo -apunta la fiscal- que el acusado intentó una aproximación sexual con Wafaa y, tras rechazarle, él tuvo una ira desmedida , la violó , la maniató y le realizó todo tipo de perrerías que se le podían ocurrir. Tenía disparos , apuñalamientos , fue lanzada a un pozo y sufrió múltiples fracturas en muchos huesos de su cuerpo», ha enumerado. Frente a esta versión, el abogado del acusado ha pedido «espíritu e inteligencia adecuada, espíritu de justicia» y ha lamentado que en este procedimiento haya «hambre de ensañamiento , ganas de hacer daño». «¿Creen que David, un joven de 29 años de buena familia, es ese monstruo que han pintado las acusaciones, ese canalla?», ha preguntado al jurado. También ha deslizado que la Guardia Civil llegó a indicar que Wafaa «no era trigo limpio» y ha añadido: «Hay quien dice que Wafaa se dedicaba a la prostitución y por eso quiso sacarle dinero a David. Pero él por dinero no se acostaba con nadie. A raíz de ahí, el día de los hechos, vino la explosión». Al respecto, el letrado ha descrito otra versión a la aportada por las acusaciones: « Ella empezó a pegarle y a patalearle , como otras veces había ocurrido. Ella estaba fuera de sí y entonces ya David se puso como se puso y la cogió del cuello pero no con la intención de matarla, sino de reducirla». Y ha añadido: «Cuando vio que la había matado, por el pulso, le entró el pánico, se acobardó y le entró la ansiedad. Entonces cogió cinta adhesiva y le vendó la cabeza por completo porque no quería verla muerta. También le vendó las muñecas no sabe muy bien por qué. Se le ocurrió ocultar el cuerpo y lo llevó a otra finca de la familia. En un pozo dejó caer el cuerpo», ha descrito. Sobre la manera en que se encontró el cuerpo, el abogado ha indicado que «puede que no llevara bragas porque nunca llevaba». «Él quería y respetaba a Wafaa y le quitó el pantalón porque pensaba que así podía hundirse mejor el cuerpo. No hubo violación . Es una especie de accidente porque intervino en David la enfermedad que padecía y que en ese momento no la tenía detectada y no se medicaba. Es un hombre pacífico y tranquilo», ha apostillado.
abc.es
Juicio por el crimen de Wafaa, violada y tirada a un pozo: «La cogí del cuello para reducirla y al verla muerta me asusté»
El juicio por el asesinato, violación y tortura de la joven Wafaa Sebbah, cuyo cadáver se encontró un año y medio después en un pozo, ha arrancado este martes con confesiones de algunos detalles por el acusado, David S.O., conocido como El Tuvi. Ha asegurado que no tenía intención de hacerle daño: «La cogí del cuello para reducirla y al verla muerta me asusté», ha afirmado, sobre el instante justo del fatal desenlace del crimen. Está acusado de aquella cruel muerte en noviembre de 2019, de la joven de 19 años de edad cuyo cuerpo sin vida arrojó a un pozo de una finca familiar suya en Carcaixent (Valencia), y que encontraron el 17 de junio de 2021. El Tuvi, que se ha sentado este martes en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Valencia ante un jurado popular, se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable , tal y como le reclama el ministerio fiscal , por un delito de asesinato con alevosía y otros ocho años de cárcel por agresión sexual, unos hechos que considera que cometió con las agravantes de género y discriminación racial. Por su parte, las acusaciones particulares que representan a la familia de Wafaa -los letrados Juan Carlos Navarro, Jesús Ruiz e Isabel Carricondo- también reclaman para el acusado la prisión permanente revisable y 33 años de cárcel por el asesinato, violación y secuestro de la chica más la tenencia ilícita de armas . La defensa , no obstante, solicita la libre absolución para su representado al alegar que en el momento de cometer los hechos, David S.O. sufría un grave trastorno de la personalidad por un accidente de automóvil que sufrió en el año 2015 y que le ocasionó un traumatismo craneoencefálico grave. Además, el trastorno que padecía, según ha manifestado el letrado Vicente Benavent, era consecuencia de la cocaína y el alcohol que consumía con asiduidad. El Tuvi, que fue detenido un día antes de que apareciera el cuerpo de Wafaa en un pozo de una finca familiar, ha sido condenado este mismo año a tres años de cárcel por intentar estrangular a una expareja suya en 2020 y a otros 10 meses de cárcel por quebrantar la orden de alejamiento que tenía contra ella. Por otro lado, el acusado está investigado en otra causa judicial por el asesinato de Isabell Elena Raducanu, una mujer embarazada, en la localidad valenciana de Xàtiva, crimen que tuvo lugar unos meses antes del fallecimiento de Wafaa, en junio de 2019. En su declaración de este martes ante el jurado popular, El Tuvi ha manifestado, únicamente a preguntas de su letrado, que tiene un carácter «complicado» por su accidente de coche y que no ha tenido «problemas» con mujeres: «Las respeto», ha llegado a asegurar. Además, el acusado, que ha indicado que trabajaba en una frutería familiar, ha explicado que Wafaa era amiga suya y, en ocasiones, le prestaba dinero o la invitaba a comer. «Ella me lo pedía», ha indicado, tras aclarar que no se sentía atraído por ella. «Nunca le he propuesto ser mi pareja ni nada. Tampoco la despreciaba», ha añadido. «Ella tenía un carácter fuerte y a veces se enfadaba conmigo», ha descrito, para añadir que el día de los hechos no tenía intención de hacerle daño. «La idea era quedar con ella y pasar el día. No tenía previsto hacerle daño ni agredirla sexualmente ni dispararle con el rifle de perdigones», ha dicho. Ha explicado que esa tarde estuvieron bebiendo alcohol y tomando drogas --ha concretado que él se tomó media botella de ginebra y tres gramos de cocaína- y ella le pidió 1.000 euros . «Le dije que no podía, que estaba ahorrando para una casa y sabía que no me los iba a devolver. Se enfadó, me insultó y me golpeó. La intenté calmar, nos peleamos y la cogí del cuello para reducirla. Se desplomó, le tomé el puso y vi que no tenía. Me asusté. Entré en ataque de ansiedad y no sabía que hacer con ella». Y ha añadido: «Fue un accidente y una desgracia , no le deseaba eso. Sabía que eso me iba a perjudicar y decidí transportar su cuerpo a otro sitio, a otro chalet». «Le puse cinta en la cara porque me daba pena verla muerta y le até las muñecas porque estaba confuso. Le quité los pantalones y las zapatillas y la dejé caer al pozo desde arriba, que tenía agua». Ha señalado que regresó en varias ocasiones para ver si seguía el cuerpo en el pozo y vio que flotaba . Entonces le lanzó objetos para que hundiera el cuerpo, tales como piedras o tejas y le disparó con un rifle de perdigones (la víctima presentaba lesiones en numerosos huesos y siete heridas por disparo). Ha concluido afirmando que no pidió ayuda cuando vio a la joven fallecida porque «estaba solo». En cambio, la fiscal encargada del procedimiento ha expuesto ante el jurado que Wafaa sufrió «todo tipo de perrerías » por parte del acusado, sobre el que ha manifestado que el trastorno orgánico de la personalidad que padece no afecta a su imputabilidad. Ha explicado que la víctima vivía en el momento del crimen en Carcaixent junto a una persona mayor con la que no tenía mantenía ninguna relación sentimental. «Era una persona espontánea, alegre, divertida y con mucha vida social», ha descrito ante los miembros del jurado. Compartía parte de su tiempo de ocio con el acusado, David S.O., quien «tenía un interés sexual por ella, tal y como se ha podido ver en algunos mensajes rescatados», ha dicho, al tiempo que ha agregado: «Ella siempre lo rechazaba y, con cierta sorna, le decía que era una persona vieja y fea». «Yo sostengo -apunta la fiscal- que el acusado intentó una aproximación sexual con Wafaa y, tras rechazarle, él tuvo una ira desmedida , la violó , la maniató y le realizó todo tipo de perrerías que se le podían ocurrir. Tenía disparos , apuñalamientos , fue lanzada a un pozo y sufrió múltiples fracturas en muchos huesos de su cuerpo», ha enumerado. Frente a esta versión, el abogado del acusado ha pedido «espíritu e inteligencia adecuada, espíritu de justicia» y ha lamentado que en este procedimiento haya «hambre de ensañamiento , ganas de hacer daño». «¿Creen que David, un joven de 29 años de buena familia, es ese monstruo que han pintado las acusaciones, ese canalla?», ha preguntado al jurado. También ha deslizado que la Guardia Civil llegó a indicar que Wafaa «no era trigo limpio» y ha añadido: «Hay quien dice que Wafaa se dedicaba a la prostitución y por eso quiso sacarle dinero a David. Pero él por dinero no se acostaba con nadie. A raíz de ahí, el día de los hechos, vino la explosión». Al respecto, el letrado ha descrito otra versión a la aportada por las acusaciones: « Ella empezó a pegarle y a patalearle , como otras veces había ocurrido. Ella estaba fuera de sí y entonces ya David se puso como se puso y la cogió del cuello pero no con la intención de matarla, sino de reducirla». Y ha añadido: «Cuando vio que la había matado, por el pulso, le entró el pánico, se acobardó y le entró la ansiedad. Entonces cogió cinta adhesiva y le vendó la cabeza por completo porque no quería verla muerta. También le vendó las muñecas no sabe muy bien por qué. Se le ocurrió ocultar el cuerpo y lo llevó a otra finca de la familia. En un pozo dejó caer el cuerpo», ha descrito. Sobre la manera en que se encontró el cuerpo, el abogado ha indicado que «puede que no llevara bragas porque nunca llevaba». «Él quería y respetaba a Wafaa y le quitó el pantalón porque pensaba que así podía hundirse mejor el cuerpo. No hubo violación . Es una especie de accidente porque intervino en David la enfermedad que padecía y que en ese momento no la tenía detectada y no se medicaba. Es un hombre pacífico y tranquilo», ha apostillado.