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Detingut per fer-se passar per operari d'una companyia elèctrica per robar gent gran

Els Mossos el vinculen amb quatre robatoris entre el març i l'abril a diversos domicilis del districte de Sant Martí, a Barcelona


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El alquiler a la fuerza, último truco de las mafias de la ocupación
Ha sido en Premiá de Mar donde se ha tomado nota por primera vez en papel oficial de una denuncia por el truco más nuevo de las mafias de okupas: pagar un alquiler al propietario aunque no quiera.Seguir leyendo....
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elperiodico.com/es/
Arte y autoestima rural
Penelles, primavera del 2015. Como tantos otros pequeños pueblos de la plana de Lleida, Penelles era un lugar de paso, entre Balaguer y Tàrrega, un pueblo de la comarca de la Noguera, de calles vacías, sin arquitectura ni piedras singulares, y ningún peculiar encanto turístico. Podías salir casi sin ropa a tirar la basura, no te cruzabas a nadie.Seguir leyendo....
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"Unos 'okupas' viven a costa de mi difunta tía"
La señora Dolores Alcántara lleva más de dos años muerta. Sin embargo, la fallecida sigue pagando las facturas del gas, la luz, el agua y el teléfono de su casa de Sant Boi de Llobregat. Unas personas aprovecharon el ingreso de la anciana en un centro sociosanitario para okupar’ la vivienda y, desde entonces, viven gratis, denuncian la sobrina de la difunta, María Nieves Lamas, y la vecina D.P., que prefiere mantener el anonimato.Seguir leyendo....
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"He comprado el piso de un traficante para poder echarlo de casa"
No sé si he hecho lo correcto o he cometido una auténtica locura, pero ya no podíamos más, sentencia J.F, un vecino de Rubí, que prefiere no revelar su identidad por temor a represalias. Este padre de familia ha llevado hasta las últimas consecuencias el refrán de a grandes males, grandes remedios, para poder poner punto y final a una okupación’ que se ha convertido, asegura, en una pesadilla que ha durado demasiado.Seguir leyendo....
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El Supremo falla a favor de Aragón en el litigio por los bienes de Sijena
Fin del recorrido. Este jueves el Tribunal Supremo ha terminado con años de litigios y disputas entre Catalunya y Aragón por la propiedad de las obras del monasterio de Sijena. El pleno de lo Civil del alto tribunal ha ratificado las sentencias del juzgado de primera instancia de Huesca y de la Audiencia Provincial de Huesca por las que se declaraba "nula de pleno derecho" la compra-venta (realizada en 1983, 1992 y 1994) de los bienes del cenobio entre la Generalitat y el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), y las monjas del monasterio. Fallos contra los que las dos instituciones y el Museu de Lleida habían interpuesto recursos de casación ante el Supremo. Seguir leyendo....
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Los Maristas depositan 120.000 euros para indemnizar a las víctimas del 'caso Benítez'
La compañía aseguradora de los Maristas ha consignado en la Audiencia de Barcelona los 120.000 euros fijados como indemnización para las cuatro víctimas que llevaron a juicio a Joaquín Benítez, el exprofesor de educación física del colegio de Sants-Les Corts de Barcelona condenado a 21 años y nueve meses de prisión por abusos sexuales. Sus casos son los únicos que pudieron ser juzgados porque los delitos no estaban prescritos. El depósito de esta cantidad en una cuenta ha sido efectuado sin esperar a que el Tribunal Supremo resuelva los recursos presentados por la aseguradora y el imputado, que continúa en libertad.Seguir leyendo....
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Los Maristas reconocen a 25 víctimas de abusos sexuales en sus colegios
El Institut Germans Maristas reconoce los abusos sexuales que sufrieron 25 de sus exalumnos durante su escolarización en colegios catalanes de la hermandad. Un gesto que llega 30 o 40 años después de que ocurrieran los hechos para muchos de los afectados y casi cinco después de que EL PERIÓDICO destapara el Caso Maristas. La comisión de reparación que arrancó en febrero del presente año ha escuchado a estas 25 víctimas aportadas por la Fundació Mans Petites y ha dado credibilidad a su relato. Los exalumnos serán indemnizados económicamente por la organización religiosa, que también les ha hecho llegar una carta en la que la institución se muestra "profundamente avergonzada" y pide "perdón" de "todo corazón". A esta cifra de 25 agraviados por la pederastia de docentes maristas debe sumarse las cuatro víctimas por las que fue condenado el profesor Joaquim Benítez que sigue en libertad. Un cómputo que todavía se mantiene lejos de la cantidad real de menores de edad que sufrieron abusos sexuales, durante décadas, en escuelas de la institución.Seguir leyendo....
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Rescate agónico: los bomberos sacan a dos personas atrapadas en el sexto piso
Los bomberos han rescatado del incendio en un edificio en Valencia a dos personas que estaban atrapadas en un balcón del sexto piso. El edificio de 14 plantas está situado en la zona de Campanar, Valencia, y lleva siendo arrasado por el fuego desde las cinco de la tarde. Aunque se han desplazado al lugar 22 dotaciones de bomberos a la zona, la intensidad del fuego continúa fuera de control y sigue amenazando el rescate. Se han convocado unidades de emergencia desde diferentes municipios valencianos, pero su trabajo se está viendo dificultado por las fuertes rachas de viento. Han pedido ayuda a la Unidad Militar de Emergencias.
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? PODCAST | De Alpedrete a Sevilla: Vox quiere más
En Sevilla, Vox asegura que lo tiene todo hablado con el PP para entrar en el gobierno del Ayuntamiento de Sevilla, que controla desde hace un año el Partido Popular en minoría. Pero el PP lo niega. A estas alturas ya sabemos lo que supone que un partido como Vox gobierne, no tenemos que especular y pensar qué podría pasar en Sevilla. Estos días se va a cumplir un año de las elecciones municipales. ¿Qué pasa cuando la ultraderecha tiene poder municipal?  Hacemos un recorrido por lugares gobernados por PP y Vox como Valladolid, Burriana y Elche, para conocer algunas de esas medidas que ejemplifican que la ultraderecha está en el poder municipal. Lo hacemos con la periodista de elDiario.es en Valladolid Alba Camazón y con los periodistas de elDiario.es en la Comunidad Valenciana Miguel Giménez y Toni Cuquerella. Además, en Alpedrete, en Madrid, Vox ordenó la retirada de una placa con el nombre de los actores Paco Rabal y Asunción Balaguer de una plaza y una casa cultural en esta localidad. Han tenido que rectificar. Nos lo cuentan la periodista de elDiario.es Laura García Higueras y Teresa Rabal, hija de ambos actores, que ha encabezado las protestas. *** Envíanos una nota de voz por Whatsapp contándonos alguna historia que conozcas o algún sonido que tengas cerca y que te llame la atención. Lo importante es que sea algo que tenga que ver contigo. Guárdanos en la agenda como “Un tema Al Día”. El número es el 699 518 743. ¿Cómo escuchar 'Un tema Al día'? ▶ Lo puedes escuchar en Podimo, la app de podcast y audiolibros que apoya ‘Un tema Al Día’. Si te abres una cuenta en Podimo desde este enlace, tienes 45 días de acceso gratuito a todo su contenido exclusivo. ▶ Si eres socio/a, puedes escuchar los nuevos capítulos del podcast cada noche en elDiario.es con unas horas de antelación respecto al resto de lectores. Recibirás el enlace en tu correo electrónico en el boletín del Adelanto de noticias. ▶ Si no eres socio/a, el episodio está disponible a primera hora de la mañana en cualquier aplicación que uses habitualmente.  Spotify Ivoox Apple Feed RSS Google Podcast Amazon Music ▶ Acuérdate de suscribirte al podcast 'Un tema al día' en tu app para que te lleguen automáticamente los nuevos capítulos. Es gratis. ▶ Tendrás disponibles también todas las entregas de 'Un tema Al día' en elDiario.es/aldia
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eldiario.es
Toros de la Feria de San Isidro | Silencio como homenaje
En los toros el silencio es castigo u homenaje. Castigo por indiferencia, homenaje por respeto
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Una soltera dinamita su cita de 'First Dates' al confesar que es negacionista del coronavirus: "No me lo creo"
Cuando la cita no podía ir peor, Judith afirmó que el coronavirus no es una enfermedad real
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elconfidencial.com
"¿No ves que estás haciendo el ridículo?": despelleja a su cita de 'First Dates' por cantar en plena cita
Beth fue excesivamente dura con Judith tras dedicarle una breve actuación musical
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elconfidencial.com
FCC propondrá a la junta la escisión de su negocio para sacar a bolsa el negocio de Portland y FCYC
Inmocemento pasará a ser la matriz de un nuevo grupo empresarial compuesto por FCYC (unidad inmobiliaria) y Cementos (unidad de cementos) y por sus respectivas sociedades dependientes
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La buena izquierda de Rufo en el Día Internacional de la Tauromaquia entre Ayuso y Page en Las Ventas
El torero de Talavera corta una oreja después de reponerse de una voltereta y dibujar los mejores naturales de la tarde; noble corrida sin finales de Victoriano del Río con la que Castella y Manzanares se quedaron a medias Leer
elmundo.es
El Senado creará un nuevo Premio Nacional de Tauromaquia para rectificar a Urtasun
El PP usará su mayoría para recuperar un galardón igual: institucional, de ámbito estatal y con dinero de los mismos Presupuestos Leer
elmundo.es
El Senado promueve unos Premios Nacionales de Tauromaquia frente al veto de Urtasun
El Senado, con mayoría absoluta del PP, impulsará unos Premios Nacionales de Tauromaquia para enfrentar el polémico veto del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, a este reconocimiento. La medida implica aunar la ofensiva emprendida por múltiples comunidades autónomas gobernadas por los populares, que ya anunciaron que pondrían en marcha sus propias condecoraciones taurinas frente a la "censura" impulsada por el ministerio de Sumar. La decisión contó también con el rechazo público de algunos sectores del PSOE, como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page o el secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas.Para materializar esta iniciativa, el PP ha registrado una moción en la Cámara Alta en la que exige, en primer lugar, una rectificación al Ministerio de Cultura para que restituya los Premios, además del compromiso de garantizar la "promoción y conservación" de la condecoración como parte del "patrimonio histórico español" de la tauromaquia. Reclaman, además, el "reconocimiento de la importancia económica y social" del toreo como "generador de empleo, riqueza y desarrollo" en los territorios donde se practica.Los populares aluden a la Ley 18/2013 para la regulación de la tauromaquia como Patrimonio Nacional, en la que se establece que dicha costumbre debe ser protegida y promocionada por la Administración General del Estado. Entienden, por tanto, que Urtasun incurre en una "ilegalidad" al promocionar la supresión del Premio Nacional de Tauromaquia por contradecir los parámetros especificados en dicha normativa. Recuerdan además que tanto el Supremo como el Constitucional anularon "por falta de justificación" la exclusión de los espectáculos taurinos del Bono Cultural Joven impulsado por el Ejecutivo.Cultura suprime el Nacional de Tauromaquia: "La mayoría social está contra el maltrato animal"I. H.El departamento que dirige Ernest Urtasun, miembro de Sumar y feroz antitaurino, decide eliminar el galardón que fue creado en 2011 durante el Gobierno de Rodríguez Zapatero El PP eleva el tono contra el Ejecutivo y le acusa de "atentar contra la democracia" por imponer "censura" a la "pluralidad cultural" e incide en que, más allá de la tradición, el mundo del toreo aporta a las arcas públicas unos 40 millones de euros en concepto de IVA, incluyendo la actividad económica en torno a esta actividad. "La decisión de suprimir el Premio Nacional de Tauromaquia supone un atentado contra la Ley (...). Legislar contra tantos espectadores que llenan las plazas de toros es un ejercicio de totalitarismo", sentencian.El partido de Feijóo no detalla en su moción el coste que tendría la medida. "No es posible hacer esa estimación por no tener las herramientas precisas, por lo que será el Ministerio correspondiente el que tenga que establecerlo". El objetivo pasaría por mantener dichas condecoraciones en el Senado hasta que el Ejecutivo las restituya. El PP se ha volcado contra la decisión de Urtasun, y este mismo viernes Alberto Núñez Feijóo acudirá a Las Ventas a una corrida de toros de la Feria de San Isidro para mostrar su apoyo al mundo del toreo.No soy gran entendido en el mundo de los toros, pero sí tengo claro que la defensa de la Cultura no puede depender del gusto de ningún gobernante. La semana que viene iré a Las Ventas para apoyar la tauromaquia y, sobre todo, para defender la libertad cultural en nuestro país.— Alberto Núñez Feijóo (@NunezFeijoo) May 8, 2024 La moción se llevará a pleno y saldrá adelante con la mayoría absoluta del PP, aunque la incógnita será la posición que adopte el PSOE en esta iniciativa, que podría abocarse a un choque en el seno del Ejecutivo por la posible defensa de esta cuestión. Eso mismo ha sucedido este mismo jueves en el Parlamento de Andalucía. El PP llevó a la Cámara regional una proposición no de ley para mostrar su rechazo la eliminación del Premio Nacional de Tauromaquia. La propuesta ha salido adelante, algo lógico si se tiene en cuenta la mayoría absoluta que los populares tienen en el legislativo andaluz. Lo llamativo es que ha contado con el apoyo de Vox y también del PSOE.En las filas socialistas hay muchos aficionados a la fiesta de los toros, entre ellos la cordobesa Carmen Calvo, actual presidenta del Consejo de Estado. Y ha sido también una cordobesa quien ha defendido el posicionamiento del PSOE en este debate, Ana Romero. La exalcaldesa de Montoro forma parte de la Comisión Ejecutiva Federal socialista, donde lleva los temas de agricultura. Es decir, forma parte de la dirección de Ferraz diseñada por Pedro Sánchez tras el último congreso y siguió en su cargo en la reciente remodelación del equipo decidida por el secretario general socialista.Esta posición de una dirigente actual del partido en Ferraz y no sólo del PSOE andaluz, donde los taurinos tienen más presencia que en el resto del partidos, no es baladí. Sobre todo si se tiene en cuenta que la decisión de Urtasun fue una revocación de una iniciativa de José Luis Rodríguez Zapatero, que fue quien decidió trasladar las competencias desde el Ministerio de Interior al de Cultura.
elconfidencial.com
Avance del capítulo 358 de 'La Promesa' del viernes, 17 de mayo
Martina se enfrentará a Curro durante el nuevo episodio de la serie de La 1 de TVE, debido a la decisión del joven de marcharse al frente, y María Fernández tomará al fin una decisión
elconfidencial.com
El Senado asumirá el Premio Nacional de Tauromaquia eliminado por el ministro Urtasun
Convocará anualmente el Premio Senado para la Tauromaquia, además de iniciativas el Congreso, CCAA y Ayuntamientos en defensa de los toros.
Diario online con noticias de última hora...
Sánchez calma a Puigdemont y le garantiza la amnistía en dos semanas
El Gobierno traslada a Junts que la ley se aprobará el 30 de mayo para constatar que "cumple sus acuerdos" Leer
elmundo.es
Feijóo ordena a todos sus alcaldes y concejales hacer campaña europea: "Es el último esfuerzo nacional contra Sánchez antes de las generales"
"Necesitamos al partido movilizado, a las bases concienciadas y a la estructura en tensión", subraya el líder del PP Leer
elmundo.es
Pablo Motos, a Antonio Resines, en 'El Hormiguero': "Vienes a promocionar una serie y no sabes de qué va"
Antonio Resines le presentó a Pablo Motos su nueva serie, 'Atasco', que se estrena en Prime Video el 24 de mayo
20minutos.es
La década de Peter Lim en Valencia: radiografía de un fracaso y de las inversiones extranjeras en LaLiga
Había entrado a cuentagotas en el fútbol español y era poco estable hasta que, hace 10 años, Peter Lim se hizo con el Valencia. Su gestión encogió al club y lo ha alejado de Europa. El modelo se ha extendido en Primera y Segunda, pero pocos son los casos de éxito Leer
elmundo.es
El Unicaja evita la sorpresa ante el BAXI Manresa y se acerca a semifinales
El Unicaja de Málaga ha ganado este jueves por 87-79 frente al BAXI Manresa en su primer partido de los cuartos de final de la Liga Endesa, resuelto con una remontada del equipo andaluz en el último cuarto, con destacado papel del escolta estadounidense Tyler Kalinoski.
europapress.es
Un tribunal alemán falla que el Gobierno debe intensificar medidas de protección del clima
La corte ha determinado que las iniciativas de Alemania no cumplen con los requisitos establecidos por la ley de protección climática.
publico.es
El Unicaja le niega el triunfo al Manresa con un portentoso último cuarto (87-79)
No hay dos equipos en la ACB que jueguen con más ritmo y que sean tan atrevidos como Unicaja y Manresa. En el primer asalto de los cuartos de final, convertido en el correcalles que tan bien sienta a ambos equipos, acabaron en la orilla los manresanos, que llegaron a ganar de 12 puntos gracias al gran acierto en el triple (52%) pero acabaron fundidos ante la imponente reacción cajista en el último cuarto, un demoledor parcial de 17-3. El martes, el Manresa buscará forzar el tercer encuentro en el Nou Congost.Seguir leyendo....
elperiodico.com/es/
ERC, sin alternativa a Junqueras ante la ausencia de críticos
El paso al lado de Marta Rovira y Pere Aragonès tras su revés electoral contrasta con el continuismo del presidente del partido. Leer
expansion.com
Almería retira toda la campaña contra agresiones sexuales a menores tras la polémica del cartel
Aparte del cártel ya eliminado había otros veintiocho soportes publicitarios repartidos por la ciudad.
20minutos.es
Cientos de personas se manifiestan en Cartagena contra el atraque del buque Borkum, que llevaría armas a Israel
Las asociaciones Palestina Libre y Boicot, Desinversiones, Sanciones de Murcia piden que la región no sea "cómplice del genocidio" en Gaza.
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publico.es
Las Palmas roza la salvación y el Betis abre la puerta a la Real Sociedad
La UD Las Palmas y el Real Betis empataron (2-2) este jueves en la jornada 36 de LaLiga EA Sports celebrada en el Estadio de Gran Canaria, un punto que acerca mucho la salvación a los amarillos, aunque no corta su mala racha sin ganar, y que tampoco es definitivo para los andaluces en busca de la sexta plaza.
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europapress.es
La Policía desahucia a 35 personas migrantes de un edificio municipal en Barcelona
El Sindicat de l'Habitatge del Raval critica que el alcalde socialista Jaume Collboni actúa contra los intereses de la clase trabajadora de la ciudad condal.
1 h
publico.es
El ministro de Finanzas de Israel propone imponer un arancel del 100% a las importaciones turcas
El ministro de Finanzas israelí, el ultraderechista Bezalel Smotrich, ha propuesto este jueves una medida para imponer un arancel del 100 por ciento a las importaciones procedentes de Turquía en represalia por el anuncio de Ankara de interrumpir todas sus relaciones comerciales con Israel.
1 h
europapress.es
La peligrosa ignorancia de Mónica García
Con este Gobierno no hay servicio público, sector económico o institución que no estén amenazados de muerte.
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Diario online con noticias de última hora...
Así quiebra la Seguridad Social
La Seguridad Social sólo debe asumir las obligaciones que nacen de sus asegurados, es decir, de los que en su vida laboral fueron cotizantes.
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Diario online con noticias de última hora...
Una detención espectacular
A diferencia de lo sucedido en Italia, en España no ha tenido lugar ninguna detención espectacular ni hay nadie en prisión a pesar de que existen procedimientos en curso.
1 h
Diario online con noticias de última hora...
¿Quién ganó en Cataluña el 12-M?
No es la independencia futura, sino sus estragos xenófobos presentes los que pisotean los derechos civiles de los ciudadanos catalanes.
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Diario online con noticias de última hora...
La hora de ser valiente
Veremos si el fiscal general del Estado está tan corto de coraje como el presidente del Gobierno y sus ministros que le nombraron reunidos en Consejo.
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Diario online con noticias de última hora...
Si el procés ha acabado, ¿qué se negocia en Suiza?
Un acuerdo que está en la lógica del procés y se propone dar solución a las demandas del procés tiene que decaer cuando el procés pasa a mejor vida.
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Diario online con noticias de última hora...
‘Disco, Ibiza, Locomía’, un biopic musical contra “el amarillismo” y la “mirada simplista” hacia los años 80
El abanico y las hombreras vuelven con fuerza. Lo hacen, como no podía ser de otra forma, gracias a Locomía. La banda de electro pop que epató en la música de baile a finales de los años 80 y principios de los 90 ha sufrido un nuevo bum. Primero, por el documental que estrenó Movistar+ el año pasado y que contó las bambalinas de aquel grupo. Tras las lentejuelas, el brillo y los movimientos de pelvis había una tragedia griega. Una historia de traiciones, déspotas de la industria y un grupo de chavales que arrasaron a costa de que se les privara de su libertad sexual.  Aquel documental funcionaba casi como un true crime, apoyado en el morbo de los trapos sucios, pero confirmó que había un interés en conocer qué había pasado con Locomía, que había tenido un arco narrativo de auge y caída tan evidente que parecía raro que nadie hubiera querido contar su historia en un biopic musical. Al final ha ocurrido, y bajo el nombre de Disco, Ibiza, Locomía, una de las frases de su mayor éxito, el director Kike Maíllo ha creado una mirada más luminosa. Usando una estructura que recuerda mucho a la de La red social, Maíllo parte del juicio entre Locomía y su productor, José Luis Gil, años después, para ir yendo al pasado y contar los inicios y su ascenso. Un José Luis Gil que hace las veces de villano y al que interpreta un Alberto Ammann que se nota que se lo pasa pipa con un personaje que le permite lucirse en la comedia, donde normalmente no le dan ese espacio para jugar. Además, a su lado lleva un Sancho Panza como Vito Sanz para dar rienda suelta a los momentos más hilarantes del filme. A Ammann el fenómeno Locomía le pilló en Argentina con ocho o nueve años, pero se acuerda de haberlo bailado. “Allí fueron un bum. Eran muy curiosos, como se dice por acá. Despertaban mucha curiosidad, y también la había por su sexualidad. Hubo, si no recuerdo mal, hasta cierta polémica por si eran gais o no, aunque en aquel momento ni se usaba esa palabra”, cuenta el actor durante un parón de su próximo rodaje. Ese es uno de los centros del filme, cómo José Luis Gil y la industria les prohibieron decir en público que eran gais o bisexuales. Su sexualidad era un tabú. No querían perder un solo fan por el camino, y la represión y la censura fueron la tónica habitual. Eso en un momento en donde España vendía una imagen de diversión, desenfreno y despiporre sexual tras años de dictadura, pero como dice Ammann, “eso de que los años 80 o principios de los 90 fueran muy liberadores no está tan claro”. “En aquella época era muy duro hablar abiertamente de los deseos sexuales”, añade. Para el actor “ningún momento social es solo de un color”, y cree que es “un poco simplista y demasiado optimista” ver los 80 como solo un momento de “éxito y plenitud artística”. “En aquella época yo estaba viviendo con mi padre y mi madre en Madrid, y decidieron volver a Argentina por los problemas con la droga y con la heroína que había en España, con niños de 13 y 14 años inyectándose heroína en las calles de Madrid. Entonces eso de que los 80 fueron la panacea yo no me lo creo y además creo que le hace un flaco favor a la historia”, apunta. Eso de que los 80 fueron la panacea yo no me lo creo y además creo que le hace un flaco favor a la historia Alberto Ammann — Actor A pesar de todo no quiso convertir a José Luis Gil en un villano: “Aunque lo hubiera sido hubiera intentado defenderlo, pero yo estoy convencido de que no lo es”, avanza Alberto Ammann, que conoció a Gil y se reunió con el cuatro o cinco veces para preparar el filme. “Es un tipo encantador, muy culto, muy informado, conocedor de la producción y del ámbito musical como poca gente, creo yo. Yo le dije, ‘mira José Luis, yo no te voy a imitar a ti, esto es una comedia y yo quiero despendolarme un poco y utilizarte como medio de inspiración para generar un personaje dentro de este código en el que vamos a estar’”. José Luis Gil le dijo que adelante y que él no tenía nada que opinar al respecto.  Sobre la posición con la banda cree que José Luis Gil defendió su terreno. “Ellos firmaron un contrato y no lo cumplieron. No hay muchas más vueltas. Sí que en el medio hay cosas que uno le puede recriminar al otro, por supuesto, siempre las hay, pero lo que se firma y luego no se cumple trae problemas. Es mejor leer bien lo que se firma”, dice y confiesa que José Luis Gil ha visto la película cuatro veces. Alberto Ammann como José Luis Gil en 'Disco, Ibiza, Locomía' A Ammann le convenció el toque de comedia del filme de Kike Maíllo, porque dentro de la historia de Locomía piensa que cabían muchas formas de abordarlo, y se acuerda del documental al que define como “subido bastante de amarillo, pero aun así muy interesante”. “La intención era hacer una comedia para llegar al drama. Ya está hecho el documental, y repetir eso pero ficcionado creo que hubiera sido un error. Creo que esta película también tiene una intención de poner agua buena en las heridas, en las cicatrices. Relajar un poquito la cosa”. ¿Podrá una película poner paz en Locomía y servir de punto de inflexión? “Pues creo que lo ha logrado, porque se han juntado de nuevo en uno de los estrenos. Al menos la mayor parte del grupo con José Luis y estaban riéndose y hubo abrazos. Yo lo he visto. Me parece que está bien reconciliarse con la vida, y con las experiencias traumáticas que uno haya tenido, porque si no el resentimiento trae problemas de salud”, dice Ammann confirmando que, a veces, la ficción sirve para algo más que para solo entretener.
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eldiario.es
Las llaves del 15M siguen siendo de casa de los padres
Eran días soleados y la algarabía política se instaló en la Puerta del Sol. Era 15 de mayo pero San Isidro perdió protagonismo en Madrid: mucha gente joven había dicho basta y se había plantado en el corazón de España para que se la viera y escuchara. Era el 15M, aunque entonces no sabíamos que se convertiría en un movimiento. De aquello se cumplen ahora trece años.  Visité mucho la plaza aquellos días y recuerdo la incomodidad que me hacía sentir uno de los cánticos allí coreados en las protestas. Los jóvenes enarbolaban su llavero, lo hacía tintinear y gritaban: “Estas llaves son de la casa de mis padres”. Yo no era ya tan joven y mis llaves eran mías: por honestidad no podía enarbolarlas ni gritar con ellos, aunque estaba allí como tantos que compartían sus reivindicaciones.  Trece años después los problemas de vivienda de los jóvenes se han agravado, según un informe que acaba de hacer público el Banco de España. En aquel 2011 que vio nacer el 15M, se tenía vivienda en propiedad en el 70% de los hogares cuyo cabeza de familia era menor de 35 años. Hoy sólo la tiene el 30%. En 2008, el 52% de los jóvenes menores de 35 años seguían viviendo en casa de sus padres. Hoy lo hace el 65%. Si vuelven a las calles a gritar “estas llaves son de la casa de mis padres” serán más y harán más ruido.  A pesar de ello no se puede decir que el 15M no cambiara nada. Se politizó mucha ciudadanía hasta ese momento convencida de que la política era algo que hacían los políticos y no los ciudadanos. Eso fue positivo. Sin embargo, de los partidos nuevos queda un rastro de líderes jóvenes que dejaron bellos cadáveres políticos. También un reguero de frustración. Y Vox. Se politizó asimismo el entretenimiento televisivo o, si se quiere, la política alcanzó las más altas cumbres del espectáculo. Las audiencias de tertulias y debates tocaron la cima. De eso nos ha quedado un debate público de pésima calidad, orientado al entretenimiento y la destrucción de reputaciones, más que a la información veraz y los problemas reales de la gente. Las audiencias de entonces se sobrecogían con el drama de los desahucios; hoy las cadenas propulsan el negocio de las alarmas difundiendo el temor a la okupación. Nos distraen con el miedo, mientras las llaves siguen siendo de la casa de los padres.  El problema se enmaraña porque en España la principal fuente de riqueza de las familias la constituyen las viviendas en propiedad. De manera que, si se fomenta la vivienda pública en alquiler se solventará la necesidad de emancipación de los jóvenes, pero no disminuirá la brecha de desigualdad entre generaciones. Por otro lado, si se facilita la compra de vivienda por los jóvenes, se seguirá tratando como un mero bien de mercado, una hipótesis cuyas nefastas consecuencias ya hemos contrastado empíricamente. En un tercer giro del bucle, los bajos sueldos de los jóvenes lastran también su posibilidad de poner en marcha un proyecto vital. La vivienda no es sólo un derecho, sino también la premisa básica para disfrutar otros. Recordemos, por ejemplo, el artículo 16 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que protege el derecho a “casarse y fundar una familia”.  A veces los acontecimientos no sólo suceden, sino que vienen subrayados en amarillo fluorescente para obligarnos a ver lo que pasamos por alto. La casualidad ha querido que el fin del procés se haya certificado en las elecciones catalanas del pasado domingo, tres días antes del aniversario del 15M. Nos recuerda qué hizo entonces el nacionalismo, de izquierdas y de derechas. Aquellos jóvenes no pedían, ni siquiera en Cataluña, una identidad nacional, un pasaporte o una nueva frontera europea. Sin embargo, eso fue lo que les ofrecieron. El procés quedará para la historia como una de las más aparatosas operaciones de las elites para desviar la atención de lo social a lo identitario. Como país, hemos derrochado mucha energía en abordar el delirio de quienes querían las llaves de su castillo. Y por eso, entre otras cosas, un mayor número de jóvenes sigue llevando las llaves de la casa de sus padres.  Algunos aseguran que no debemos preocuparnos, que algún día esos jóvenes heredarán pisos a mansalva. Será así en muchos casos. Se volverá a poner de manifiesto que en España las familias tapan con demasiada frecuencia los agujeros de nuestro débil Estado del bienestar. Y paradojas de la vida, aquella generación del 15M que hacía tintinear sus llaveros en la Puerta del Sol, por fin podrá decir que lleva en el bolsillo las llaves de su casa, aunque sea la de sus padres.
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eldiario.es
Sara Barquinero: "Nuestra sociedad olvida que vamos a morir, pero en realidad somos irrelevantes para el mundo"
“No hay a quien culpar de la desgracia humana. Y menos a la enfermedad o al delirio”. Es una de las frases reveladoras de Los escorpiones (Lumen, 2024), la novela de Sara Barquinero que ha despertado debate en la crítica y que alienta al lector a pensar de qué forma, individual y colectiva, uno transita los males contemporáneos. Algo así como un libro de búsqueda y encuentro que, alejado en realidad de moralismos y segundas intenciones, la autora prefiere definir como una mera “descripción” de la realidad. Pero Los escorpiones, por cómo se articula, acaba siendo más: un largo camino narrativo, un desafío literario, una perspectiva vital y una cuestión filosófica. Cuando Sara Barquinero decidió adentrarse en la escritura de una historia que le acompañaría durante 10 años de su vida, lo único que sabía con seguridad es que quería “explorar la relación entre depresión y capitalismo”, cuenta en una entrevista con elDiario.es, “eso y el deseo de recuperar elementos de la historia y la prehistoria de internet”. Con estos dos puntos de partida, una entonces recién graduada de Filosofía “que no había escrito nada antes”, asegura, empezaba así a tejer lo que luego se ha convertido en una novela de novelas que exige al lector desmenuzar el tejido de historias que la componen para llegar, especialmente, a una pregunta: qué lugar ocupa en el mundo. “Todos somos protagonistas de nuestra historia y en realidad no lo somos, pero vivimos con esa creencia”, sostiene Barquinero. Es precisamente lo que le ocurre a los personajes principales de su novela, Sara y Thomas, dos jóvenes de la generación milenial que se ven envueltos en un circuito de sucesos misteriosos que desemboca en suicidios, asesinatos y organizaciones de personas “malvadas” —nombran en ocasiones— que inducen al daño físico y psicológico de la sociedad.  Conspiración para hallar respuestas Pero no es coincidencia que los personajes se vean también atravesados por un hastío vital en el que se cruza un estado deteriorado de salud mental, depresión, adicciones y soledad, una condición que permanece de una manera u otra a lo largo de las diferentes tramas de la novela. La autora explica que no le interesaba “tratar la depresión en un único personaje”, sino “a través de una estructura de carencias que se repite una y otra vez”, dice, alegando que se ajusta “a la realidad de muchísimas personas”.  Y es así como Barquinero avanza hacia la idea de cómo, en realidad, conspiración y vacío existencial guardan una larga genealogía en común que se manifiesta en las vidas de la gente —y aquí lo difícil, recalca la filósofa—, “deslizándose con mucha sutileza”.  La conspiración es una manera de articular el tejido social comunitario Sara Barquinero — Escritora “La conspiración es una manera de articular el tejido social comunitario”, plantea Barquinero, “lo que ocurre es que en lugar de ser un espacio de subjetivación por decisión, es más bien algo que sucede de a poquito cuando uno no piensa de forma explícita en cuál es su ideología”. Es algo que pone a prueba a lo largo de todas las novelas que construyen la propia novela, incluso viajando en espacio y tiempo a otros contextos históricos como la Italia de los años veinte para plantear que “los mecanismos de los fascismos eran los mismos”, explica la autora, “pasar de algo muy seductor a la creencia de algo muy loco en lo que, de entrada, uno nunca hubiera creído”. Una forma de creer Hace tiempo que Barquinero siente fascinación por las teorías conspirativas y por cómo la construcción de las mismas destapa un fondo revelador, algo que también investiga el filósofo Pepe Tesoro en su reciente ensayo Los mismos malvados de siempre (Editorial Círculo de Bellas Artes, 2024), donde pone la mirada en la visión “reducida y estigmatizada” de la conspiranoia, detalla en su sinopsis. Desde teorías de la conspiración de internet que sostienen “que todos los famosos son transexuales, desde Taylor Swift a Ryan Gosling”, señala Barquinero, hasta aquellas que se extienden difundiendo “que los pájaros no existen o que alguien se ha inventado el COVID” tienen en común algo esencial, piensa la autora: “Creer nunca es una decisión voluntaria de una persona, siempre es un desliz, fruto de sentirse apartado”. La doctora en Filosofía argumenta que, de hecho, lo realmente difícil es no ser conspiranoico. Constata que no es algo contemporáneo, “ya el mismo Kant decía que entre las necesidades racionales del ser humano está la necesidad de creer”, corrobora. Pero quizás en contextos de mayor vulnerabilidad es cuando uno se ve más impulsado “a buscar un sentido”. Y para Barquinero, como ya refleja en Los escorpiones, la conspiración tiene que ver con esto. “Algo en lo que casi nadie piensa en su día a día es en que todos nos damos mucha más importancia a nosotros mismos de la que tenemos en el mundo”, dice. Debes aprender a reconciliarte con el hecho de que vas a morir algún día Sara Barquinero — Escritora Por eso, para Barquinero, urge atender a dos ideas, las únicas “moralinas”, sospecha, que contiene el libro: “La primera: no culpes de tus problemas o de los problemas de la humanidad a algo mágico: la culpa casi siempre la tienen personas atravesadas por el capitalismo que te están fastidiando la existencia y que no son enemigos imbatibles”, sostiene. “La segunda: debes aprender a reconciliarte con el hecho de que vas a morir algún día”.  La autora pone un ejemplo cotidiano: “Una persona cualquiera fácilmente puede pensar que otra no le habla porque le tiene envidia, y enseguida tiende a construir un relato”, explica. “Es algo muy humano, no me parece criticable por sí mismo, simplemente debemos estar alerta”, porque esto podría ser también una forma de “creer en algo”. Pero la autora es tajante: “La idea la tengo muy clara en mi cabeza: no eres tan importante, vas a morir pronto y nada de lo que hagas le importará a nadie dentro de 50 años”, reivindica. “Casi nadie acepta esta idea en totalidad”, continúa diciendo, “porque nuestra sociedad se construye en el olvido consciente de que vamos a morir, pero en realidad somos irrelevantes para el mundo”. El primer sesgo es pensar que el mundo tiene sentido para los humanos y que tenemos un papel en el universo Sara Barquinero — Escritora Conspirar podría entonces responder al supuesto de que “la humanidad se está poniendo por encima del resto del medio”, razona la filósofa, “y ese es el primer sesgo: pensar que el mundo tiene sentido para los humanos y que tenemos un papel en el universo”. Pero Barquinero recalca la idea de que “no hay ninguna prueba empírica que sostenga que el mundo tiene un sentido y que además es un sentido adaptado para que lo comprenda el hombre”, expresa, “pero todos lo creemos porque si no, no podríamos vivir”. Alimentar socialmente las formas de creencia desde diferentes mecanismos para hallar un sentido en el mundo podría ser sencillamente una acción cotidiana. “Algo que me produce mucha angustia pensar”, declara la escritora, “es que en la conspiración ni siquiera hay una voluntad política, sino una voluntad de consumo”. Barquinero pone el ejemplo de cómo las redes sociales son muchas veces las que a través del algoritmo conducen a la audiencia hacia el contenido conspiranoico por su potencial viral. Me interesa entender cómo Internet se constituye en tanto que texto o imagen, como una especie de poema épico colectivo anónimo Sara Barquinero — Escritora Y no por eso la zaragozana se posiciona moralmente contra el uso de internet, sino más bien todo lo contrario: la web, los foros, las redes sociales, Tinder o los videojuegos funcionan como un espacio central en Los Escorpiones, no solo por la evidente relación de la autora como usuaria que ha crecido a la par que el desarrollo digital de los años dosmil, sino también por todo lo que internet conlleva como mediador en las relaciones internas y sociales con los demás. “Me irritan los discursos que se empeñan en diferenciar internet de la vida real: lo malo y lo bueno, lo falso y lo verdadero. No tiene sentido. Ya no hay vida real sin internet”, defiende. Para trabajar en la novela, la escritora pasó mucho tiempo en la deep web —o internet oculto, que contiene información poco accesible públicamente como páginas en las que se habla abiertamente del suicidio y sus métodos— y en diversos foros de internet que luego ocuparían un papel principal en el libro, aunque asegura que es algo que hacía ya desde su adolescencia. Lo que ahora le interesa de esto, sobre todo, es entender “cómo internet se constituye en tanto que texto o en tanto que imagen, como una especie de poema épico colectivo anónimo”, relata.  Internet, espacio central en la novela “Si entras en un vídeo de YouTube de una canción depresiva y bajas a la sección de comentarios, de repente ves cómo la gente está hablando de sus cosas más íntimas”, detalla la escritora. “Sociológicamente puede hablarse de deshumanización y señalar que la gente no se comunica entre sí, pero para mí hay algo mucho más interesante, y es esa conexión de alguien que no es capaz de salir de su casa pero que le apetece hablar con un desconocido”, dice, dejando pistas de cómo se articulan algunas de las experiencias de sus personajes. “Esto es algo que, para mí, merecía la pena rescatar”. “Mi primer acercamiento a la filosofía fue por internet”, recuerda la escritora, que dice no saber quién sería a día de hoy sin haberlo tenido. Cuenta Barquinero que, para “una niña que no era la más popular del instituto”, los foros le descubrieron muchas cosas, entre ellas amigos y literatura. Pero también esa otra parte en la que ella misma descubre, en la escritura de este libro, algunas de las vulnerabilidades humanas más complejas.  “No creo que haya que posicionarse en contra de Internet, sino a favor de otras dinámicas sociales que tienen que ver con la gestión del espacio público o de la salud mental”, propone Barquinero. “Si nos preocupa la soledad de las personas no es que tengamos que trazar una red nueva, sino ocuparnos de las relaciones sociales que ya tenemos y lograr que haya mecanismos públicos para esta cuestión”, piensa. Los Escorpiones' es una crítica al capitalismo, un deseo de aceptar la tristeza propia y una apuesta por restarse importancia a uno mismo Sara Barquinero — Escritora Si Los escorpiones pone sobre la mesa la cuestión filosófica de la conspiración, lo que hace Sara Barquinero no es plantear soluciones, sino permitirle al lector “que el libro le lleve a una serie de prácticas de reflexión sobre sí mismo en relación con la sociedad”, relata. Construido entre varios registros y a través de más de 800 páginas, una extensión que supone un desafío para muchos lectores cuyos ritmos de vida también interfieren en las formas de vivir los libros, la autora defiende que “está bien presuponer que la gente es inteligente, válida y sensible” como para adentrarse en una novela de esta dimensión. Luego, Sara juega a resumir sus intenciones en la creación de esta obra y concluye: “Es una crítica al capitalismo, un deseo de aceptar la tristeza propia y una apuesta por restarse importancia a uno mismo”.  La fe, la conspiración, la creencia y las ideas en torno a la verdad y la mentira acompañan a la humanidad en los gestos más pequeños, en las búsquedas identitarias internas y colectivas y en los anhelos de hallar un motivo por el que vivir. Ante esto, Sara Barquinero no pretende interferir, tan solo termina diciendo: “Lo único que debemos hacer es ser conscientes de en qué medida estas fórmulas operan en nuestra vida cotidiana y en nuestra psique y así ver cuándo nos son útiles para ser más felices”, advierte, “pero también estar alerta para cuando nos hagan más infelices”.
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Cataluña ya no va a dar muchos más sustos
Muchos están perdiendo su tiempo tratando de adivinar cómo será el próximo gobierno catalán. Porque aún faltan unas cuantas semanas, tal vez hasta dos meses, para que se aclare esa incógnita. Y porque valdría bastante más la pena centrar la atención en el hecho capital que han producido las elecciones del pasado domingo. Más allá de acertijos, el que el independentismo/soberanismo haya dejado de ser la fuerza dominante en la escena catalana, por primera vez en décadas, es el hecho trascendental del momento y abre una nueva etapa en la política española. Atribuir ese cambio exclusivamente a los aciertos de Pedro Sánchez es abusivo. Aunque no hay duda de que la política de desinflamación de la tensión provocada por la revuelta independentista de 2017 ha contribuido a generar un ambiente de normalización en la vida y en la política catalanas que necesariamente había de reflejarse en los resultados electorales. Apostando por los indultos y la amnistía, por el diálogo, el gobierno de coalición de izquierdas se ha marcado un tanto cuyas dimensiones se ven engrandecidas por la oposición brutal e irracional de la derecha a la que ha debido hacer frente para llevar adelante esa política. Hay quien dice, y algunos sondeos lo avalan, que ese éxito puede influir mucho en el resultado de las próximas elecciones generales españolas. Pero es demasiado pronto para especular en ese terreno. No pocos factores pueden modificar el panorama actual, que ciertamente es bastante favorable a la izquierda. Entre ellos el resultado mismo del debate para la formación del futuro gobierno catalán. Que en el peor de los casos -con todo, el menos probable- podría terminar con la convocatoria de unas nuevas elecciones y hasta con la ruptura del pacto de mayoría que permite el gobierno del PSOE. Por no hablar de las consecuencias que puede tener la intensificación de la guerra sin cuartel que la derecha libra contra Pedro Sánchez y los suyos, con el capítulo judicial como elemento destacado de la misma. No se puede descartar que la creciente dureza de la oposición contra el Gobierno -de la que, rompiendo la disciplina de su propio partido, se ha convertido en portaestandarte José María Aznar- tenga entre uno de sus orígenes el temor a que el eventual éxito de la política de diálogo en Cataluña de Sánchez mejorara la posición política de la izquierda sin posibilidad de marcha atrás. Y, de hecho, una de las preguntas que más deben acuciar a algunos dirigentes del PP es la de cómo van a orientar su política ahora que el drama catalán se ha desinflado. Lo cual se irá notando más a medida que pase el tiempo y no pocos de los españoles para los que ese asunto ha venido siendo motivo de angustia en los últimos años empiecen a rebajar su preocupación por ello. Pero, como se decía, la nueva realidad de la política catalana, impensable hace sólo un año, no solo se debe a la acción política del gobierno central. La dinámica interna del independentismo y la evolución de la actitud de los catalanes hacia ese movimiento es tanto o más responsable de ese cambio. La división cada vez más enconada del movimiento, los fracasos de unas cuantas políticas emprendidas por el gobierno de la Generalitat de Esquerra Republicana, el empeoramiento relativo de algunos de los capítulos más sensibles de la vida social, como la vivienda, la educación o la seguridad, han debido contribuir a un empeoramiento de la imagen popular del independentismo, sobre todo, la del partido de Oriol Junqueras. Pero lo que parece ser un factor aún más importante que esos a la hora de explicar el descenso electoral es que el momento de pasión independentista ha perdido mucha de su fuerza y de su capacidad decisoria en la escena política, aunque muchos catalanes sigan compartiendo esa ideología. Estaba claro desde un primer momento que el entusiasmo popular que provocaron los hechos de 2017 no podía durar eternamente. Ese tipo de actitudes, derivada de la feroz presión que la derecha ejerció sobre el catalanismo, duran lo que duran y no es fácil que en un futuro previsible vuelvan a surgir con la fuerza que tuvieron en sus momentos álgidos. La pregunta que se hará más de un exponente del independentismo es si gestionando mejor la época de bonanza, particularmente evitando una división tan enconada como la que han protagonizado Esquerra y Junts, se podía haber evitado o, cuando menos paliado, una conclusión del periodo tan negativa como la registrada el pasado domingo. Lo seguro ya es que el independentismo no va a ser protagonista de la peripecia política catalana que ahora empiece. Puede que haya escarceos. Pero no llevarán a nada sólido. Ahora se está en otro tiempo. En el que Cataluña no va a ser motivo de inquietud suprema para España, como lo ha sido en buena parte de los últimos siete años. Habrá problemas, porque la lista de cuestiones pendientes es larga y enjundiosa. Pero pocos sustos. Si a esta nueva realidad catalana, por ahora solo potencial, se añade que la realidad política del País Vasco, el otro tormento español del último medio siglo, también ha cambiado sustancialmente desde el fin de ETA -para bien, para la paz, aunque dominen los nacionalistas- se podría concluir que dos de las cuestiones que más ha atribulado nuestra historia han emprendido la trayectoria más positiva y esperanzadora que se registraba desde la muerte de Franco. Y que la izquierda puede atribuirse una parte no pequeña del mérito de ello. Quedan otros dramas, bien es cierto. El enfrentamiento sin cuartel entre izquierda y derecha es el más grave de ellos. Pero no todo iba a ser perfecto.
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La guerra que nadie puede ganar y nadie puede perder
Soy de los que hace dos años y medio no sabía situar Ucrania en un mapa, así que si han venido aquí buscando la opinión de un experto en política internacional especializado en Europa del Este y Rusia y con conocimientos en seguridad y defensa, se han equivocado de artículo, prueben en la siguiente puerta. Si en cambio buscan a alguien que les cuente cómo acabará la guerra de Ucrania, les valgo yo mismo. Sin tener ni idea, curiosamente opino lo mismo que la práctica totalidad de expertos: ni Ucrania ni Rusia pueden ganar militarmente, así que solo puede terminar en una negociación con cesiones por ambos lados, y esta puede producirse mañana mismo o dentro de un año o de diez, pero llegará. No tengo ni idea del asunto, pero llevo más de dos años leyendo artículos y entrevistas de, ellos sí, expertos en la materia. Y dejando de lado a los propagandistas de uno u otro bando, la opinión experta es unánime: ni Ucrania puede, sin mayor implicación de la OTAN, derrotar militarmente a Rusia y reconquistar todo el terreno perdido; ni Rusia puede vencer militarmente a una Ucrania armada y asistida por la OTAN, y asegurar sus conquistas. Empate catastrófico. Pueden comprobarlo ustedes mismos, a ver si encuentran un solo experto que diga lo contrario. Sin embargo, esto lo sabe un mindundi como yo, pero no parecen saberlo ni Ucrania, ni Rusia, ni la Unión Europea, ni Estados Unidos ni la OTAN. Ucrania sigue pidiendo armas y asegurando que puede recuperar todo su territorio, y cada pocos meses nos anuncia la gran ofensiva que luego nunca llega. Rusia sigue movilizando tropas y bombardeando ciudades e instalaciones ucranianas, y estos días parece que sí, que avanza y gana terreno, hasta que en unas semanas vuelva a estancarse. La Unión Europea nos avisa de que nos preparemos para la guerra, Estados Unidos envía más armas y presiona a sus aliados para que aumenten su esfuerzo… Todos hacen como si no supieran que nadie puede ganar esta guerra. Y lo peor no es que nadie pueda ganarla: es que tampoco nadie puede perderla, pues se ha convertido en una guerra existencial para todos los implicados, que fían su futuro a la victoria. Ucrania es la que más se juega en caso de derrota, obviamente, pues perdería parte de su territorio o incluso desaparecería como país independiente. Rusia por su parte -y no solo Putin- sabe que una derrota comprometería gravemente su seguridad futura. La Unión Europea ha apostado tanto en esta guerra que una derrota ucraniana equivaldría a una derrota europea, a la que no están dispuestos los países más próximos a Rusia, que temen ser los siguientes. Tampoco Estados Unidos, que pone en juego su condición de potencia hegemónica en el movido tablero geopolítico. Y la OTAN, que lleva años buscando nuevos enemigos que justifiquen su existencia, sufriría un fuerte revés pues, salvo tropas de combate, ha enviado todo lo que tenía en el arsenal. ¿Y qué hacemos entonces, si nadie puede ganar pero tampoco nadie puede perder? Se lo puedo decir yo que soy uno que pasaba por aquí, pero mejor atiendan a los expertos, que llevan más de dos años avisando de que tarde o temprano habrá que sentarse a negociar, abandonar posiciones maximalistas e irrenunciables por ambas partes, y alcanzar un acuerdo que acabe con una guerra que solo sirve para gastar munición y armamento, matar y herir soldados y civiles, causar destrucción y daño económico, reforzar el belicismo y enriquecer a la industria armamentística. Cuando eso ocurra, seguramente lamentaremos no haber alcanzado el mismo acuerdo dos años antes, o un año antes, con el ahorro de muertos, destrucción y dinero que habría supuesto ponerle fin mucho antes. De hecho, se intentó en serio hace dos años pero las presiones e intereses de unos y otros lo hicieron imposible, y se ha vuelto a proponer en varios momentos por parte de terceros países sin que ninguno de los implicados abandonase la retórica de la victoria final. Estamos a tiempo de lamentarlo hoy, mejor que lamentarlo más dentro de otro año.
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Contra la política del odio
Con una sola palabra, hay quienes expresan mucho más odio que el que cualquier ser humano puede acumular en toda una vida. Con un único tuit, hay quien se ve capaz de explicar una realidad alambicada y llena de matices. Hay toda una tendencia por la simplificación de los hechos y la exhibición de certezas absolutas que resulta insultante, pero que se impone a la duda y al pensamiento crítico. Es la fórmula eficaz que acompaña al populismo. Y no hay que irse a Donald Trump, ni a Bolsonaro para citar ejemplos, los tenemos muy evidentes aquí, en España, dentro del primer anillo de circunvalación que rodea al centro de la capital. Hay toda una escuela que va ganando la batalla por el vaciado de los contenidos más intrincados y que trata de dividir a la sociedad entre buenos y malos. Son expertos en manipulación emocional. Activan la excitación y la efervescencia, chapotean en ella y, después, esparcen con el verbo un odio imposible ya de frenar. En el Parlamento y en la calle. Una ola de inquina recorre los países europeos como consecuencia del auge de la extrema derecha y de sus mensajes insultantes y excluyentes, y en nuestro país la derecha de Alberto Núñez Feijóo se ha contagiado de esa misma retórica bélica sobre la estigmatización del diferente y de esa dinámica de odio que se escenifica en las instituciones y se reproducen en las redes sociales desde las cuentas oficiales de partidos y diputados. Ahora, el intento de asesinato del primer ministro eslovaco, Robert Fico, ha activado las alarmas en la UE ante el temor de que la polarización se traduzca en una ola de violencia política. Y es que el ambiente inflamado, la hiperbolización de los discursos, la generalización de los insultos, la propagación de los bulos, la impunidad en las redes, las tertulias incendiarias… Todo suma y todo contribuye a alimentar un peligroso caldo de cultivo que un día es sólo violencia verbal y al siguiente muta sin aviso a violencia física. Y entonces será cuando nos preguntemos cómo fuimos capaces de mirar hacia otro lado y soportar o alimentar tanta indignidad. Cada uno en su alícuota parte de responsabilidad. Los que jalean, los que callan, los que señalan, los que se camuflan, los que se tapan los ojos, los que se declaran ajenos a la política como si la política no fuera todo… Todos somos responsables.  Que el PP haya abandonado cualquier intento de buscar un mínimo común que acerque a la coincidencia, achique espacios de fricción o minimice el interés partidista es un mal síntoma. Cada vez que Ayuso echa fuego por su boca o Tellado despotrica contra Sánchez y Feijóo guarda silencio se convierte en uno más de los muchos que incitan a la discordia y buscan hacer de la política un espacio disolvente e irrespirable. Si es así -con la furia,  el insulto, la criminalización, la destrucción del adversario y la deslegitimación de las instituciones- como aspira a llegar a La Moncloa es probable que si algún día lo consigue lo haga a costa de una profunda división social que será muy difícil restañar. Por eso, hoy más que nunca es oportuna -aunque insuficiente- la proposición no de ley que el PSOE ha registrado en la Cámara Baja en defensa de la convivencia democrática, la tolerancia y el respeto. “Los representantes públicos tienen una función y una responsabilidad esencial en la lucha contra la incitación al odio y la intolerancia”, reza en el texto, que exhorta también a los partidos a “abstenerse de realizar cualquier declaración pública que fomente e incite al odio” y “denuncie públicamente los casos de odio”. La iniciativa condena “cualquier declaración política realizada por representantes públicos que fomente e incite el odio hacia cualquier persona o grupo social por motivos de nacimiento, origen racial o étnico, sexo, religión, convicción y opinión, edad, discapacidad, orientación o identidad sexual, o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. No bastará, eso sí, con votar a favor y, después, hacer que una proposición más se quede en una mera declaración de intenciones. El clima anima a que los partidos tomen medidas ejecutivas contra cualquiera de sus cargos institucionales u orgánicos que traspasen el límite de lo tolerable, empezando por quien llamó hijo de puta al presidente del Gobierno. O se retracta y pide disculpas, o a la calle. Ese debiera ser el camino porque la política es algo más que una materia inconsistente, tóxica, cruel e implacable por la que también transitan personas que dan argumentos para que sigamos creyendo en ella. No todo es juego sucio por mucho que haya días que asome sólo la basura.
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Francis Ford Coppola paraliza Cannes con su hiperbólica y fallida ‘Megalópolis’
El Festival de Cannes se paró por completo con la llegada de Francis Ford Coppola. Paró hasta la lluvia que llevaba cayendo desde el lunes con la presentación mundial de la primera película que dirige en 13 años. No era para menos, Megalópolis es su proyecto soñado desde hace décadas y el que más se le ha resistido. Ha intentando levantarlo una y otra vez sin éxito hasta que ahora, con 85 años, ha decidido vender parte de sus viñedos para financiar una obra que le ha costado más de 100 millones de dólares y que llega a Cannes sin distribución en EEUU (aunque sí en España donde la distribuirá Tripictures). Una vez vista Megalópolis (que se aplaudió cuando apareció el logotipo de la productora de Coppola, y que recibió abucheos y aplausos a partes iguales en su proyección para la prensa) uno entiende que en el mercado actual, dominado por los algoritmos, los true crimes y las comedias blancas, le hayan dicho que no le iban a dar un duro para una película que nada a contracorriente no solo del cine del momento, sino de todo el cine. Es difícil digerir una obra como esta y solidificar todo lo que propone Coppola en un texto. Tan difícil como que le saliera bien lo que propone.  De momento hay que decirlo claro, Megalópolis es una obra hiperbólica, excesiva y muy fallida. Coppola dispara con su escopeta de ideas visuales y reflexiones sin parar. De cada diez disparos le sale uno bien y nueve hacen agua. Ahora, cuando le sale, le sale. La metáfora es simple pero funciona: ver Megalópolis es como ver un accidente de coche a cámara lenta del que no puedes quitar la mirada. Le ves ir con todo, sin freno, sin nadie que le diga que no... tanto que sus fallos resultan hasta enternecedores. Sí, es hortera y moñas, y puede que hasta haciendo la cuenta salgan más momentos malos que buenos, pero, ¿cómo no sentir algo parecido al orgullo porque un señor de más de 80 años haya arriesgado su fortuna por hacer la película más loca e inclasificable del cine de los últimos años? Es todo excéntrico y exagerado, pero parece que hasta el propio Coppola sea consciente. ¿Cómo no va a saber el registro imposible de su película cuando en el clímax un personaje acaba con dos flechas clavadas en el culo? Quizás la clave esté en esa cartela inicial donde debajo del título, pone dos palabra: Una fábula. La fábula del director no es una de Samaniego, sino una que coge un texto clásico, la Conjuración de Catilina de Salustio para entablar un diálogo entre la Antigua Roma y el presente, pero sobre todo con el futuro. La pregunta que late en el centro de todo es si es posible una sociedad mejor. Y para ello recurre a los clásicos, a cómo, supuestamente, Catilina intentó tomar el poder y arrebatárselo a Cicerón. Como sabemos, la historia la escriben los vencedores, y esta no es una excepción. Coppola le da la vuelta al relato y plantea que Catilina -un Adam Driver pasado de vueltas que a veces parece en pleno gag chanante- lo que quería era una sociedad basada en el bien común, una utopía socialista que chocaba con las normas estrictas de Cicerón.  La película comienza con, irónicamente, un hombre, Driver, que para el tiempo desde las alturas desde el edificio Chrysler de una Nueva York que ahora se llama Nueva Roma. Una ciudad llena de corrupción y donde el ocio ha vuelto a las cuadrigas, los gladiadores y las bacanales. Una ciudad donde hasta se subasta la virginidad de una mujer en un circo romano. ¿Cuándo colapsa un imperio? Dice la voz en off de Lawrence Fishburne, y está claro que Coppola se pregunta si EEUU no está a punto de colapsar ¿Nueva York o Madrid? Es curioso cómo una película que oscila entre lo feo y lo bello; entre lo brillante y el caos, es capaz de capturar el zeitgeist, el espíritu de las guerras culturales que se libran en el presente. Esa Nueva Roma que es Nueva York pero que puede ser Madrid y sus políticos, con un líder que grita “cemento, cemento y cemento” y que apuesta por construir un casino como obra mastodóntica; frente a un líder carismático que dice que hay que tirar el sistema abajo; que el futuro es ecológico y, de nuevo citemos, “con todo a cinco minutos”. ¿Les suena familiar? Pues aun hay más. Francis Ford Coppola en la premiere de 'Megalopolis' en Cannes En plena batalla ideológica de polarización aparece un personaje que se aprovecha del descontento, de los ciudadanos abandonados por los políticos para recogerlo con mensajes y gritos populistas en forma de solución. Alguien capaz de crear una noticia falsa y aprovechar los medios para lanzarla y hundir a su adversario, vamos, eso que ahora se llama la máquina del fango. Es un Shia LaBeouf desquiciado que, como se dice en otro momento de la película, tiene todo para arrasar en voto: “Es loco, sin límites y capaz de entretener”. La sombra de Donald Trump sobrevuela todo el rato la película sin disimulo aunque esta vez Coppola apuesta por una mirada optimista. 'Sí, se puede', parece gritar. La mejor prueba de lo esquizofrénica que es Megalópolis es que hay dos registros claros entre los que se mueven los actores. Están los que piensan que están en un drama shakespeariano, como Adam Driver y Nathalie Emmanuel; y los que han ido allí a pasárselo pipa sin ponerse freno: Shia LaBeouf, Jon Voight, Aubrey Plaza y Chloe Fineman; actriz del Saturday Night Live. Es imposible que Coppola haya elegido a dos actrices con tal vena cómica y tan despendolabas en su tono sin pensar que él mismo juega todo el rato a esa locura. O eso o nos ha tomado el pelo durante dos horas seguidas, que por supuesto que podría ser. Adam Driver, el científico utópico (o incluso álter ego de Coppola) en 'Megalópolis' Salen mejor parados los del segundo equipo, los que acompañan el delirio. Ambos representan las dos caras de la película. La primera, ñoña, recargada y cómica de forma involuntaria. La segunda, puro disfrute juguetón excesivo. Entre medias, destellos de genio como una performance en directo que Coppola ha diseñado solo para los pases de Cannes (un hombre entró en directo en la proyección y simuló ser un periodista que pregunta a la pantalla); la imagen de la estatua de la Justicia cayendo literalmente rendida, y un uso de material histórico (que incluye el 11S) tremendamente efectivo y emotivo. Para el recuerdo malo hay para elegir, y la oda a la familia y al amor como valores que trascienden el tiempo que hace Coppola se llevan la palma de los sonrojantes. Parece evidente que hay mucho del propio Coppola en el Cesar Catilina que interpreta Driver, alguien a quien todos definen como un megalómano con una idea que todos le dicen que es irrealizable pero que finalmente lleva a cabo, que no sería otra que esta Megalópolis que va a polarizar, pero que es una espina que ya se ha quitado un director capaz de parar el tiempo.
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Milei y los libros: denuncias de plagio y datos falsos de su vida
Javier Milei se transformó en un icono global de las nuevas formas de la ultraderecha, y ello dio lugar a publicaciones en múltiples latitudes, por ejemplo, en España. El camino del libertario, editado en abril en el país europeo por el sello Deusto, de la editorial Planeta, reunía parte del recorrido personal del presidente argentino y su credo económico. Más allá de sus afirmaciones polémicas, la falsedad de su contenido aparecía cuando se daba la vuelta a la portada –aparecía, porque el libro tuvo que ser retirado para reimprimirlo corregido–. La minibiografía de la solapa comenzaba así: “Javier Milei (Buenos Aires, 1970). Es el actual presidente de Argentina. Formado como economista, se graduó en la Universidad de Buenos Aires y obtuvo su doctorado en la Universidad de California”. Pero el mandatario ni estudió en la principal universidad pública argentina ni es doctor. La editorial distribuyó la primera edición con el texto de la solapa falso –Milei se transformó en objeto de debate en la política hispana– y publicó la misma versión en su página web, hasta que el pasado miércoles, cuando el error comenzó a circular en las redes, corrigió el currículum con la atribución de su Licenciatura en Economía en la privada Universidad de Belgrano. El perfil enmendado agregó dos posgrados en sendas casas de estudio y un doctorado honoris causa (distinción honorífica, no académica) en la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (Eseade), una institución ultra fundada durante la dictadura (1976-1983) por Alberto Benegas Lynch hijo, un pintoresco economista. La editorial no respondió a las consultas de la diaria para obtener una explicación sobre la solapa fallida. Sin embargo, publicó en su cuenta de X que la edición española de El camino del libertario “contiene datos erróneos”. Pidió “disculpas por el fallo” y anunció que retiraría esa edición de las librerías de España “para reemplazarla por una nueva, con los datos correctos”. La pretensión de Milei, o de algún asesor que acercó los datos mendaces sobre su educación, resulta curiosa, porque el gobierno ultraderechista se embarcó recientemente en un intento de desprestigiar a las universidades públicas con denostaciones de todo tipo, desde la calidad de su formación al supuesto malgasto y el “adoctrinamiento” en sus aulas. La ofensiva, que tiene un correlato en un inédito ahogamiento presupuestario, dio lugar el 24 de abril a una marcha de protesta de unas 500.000 personas en el centro de Buenos Aires, la mayor que se recuerde originada por una causa educativa. Así, se dio la extraña situación de que Milei, o alguien de su entorno, pretendieron otorgarse estudios no cursados en una universidad a la que consideran una propagadora de la doctrina comunista, como si en su fuero íntimo descreyera de las difamaciones que el gobierno pregona a los cuatro vientos. El ultraderechista se atribuye un conocimiento profundo de economía, aunque su corpus de citas se circunscribe a un puñado de liberales y anarcocapitalistas, algunos de ellos de renombre, como Milton Friedman, y otros marginales, como Murray Rothbard. La educación del mandatario transcurrió principalmente en instituciones privadas cuya valía académica es marcadamente menos reconocida dentro y fuera de Argentina que la de la Universidad de Buenos Aires. El hogar universitario por excelencia de Milei es la Eseade, fundada en 1978 por Benegas Lynch hijo, un promotor de la escuela austríaca, frecuentador de círculos de derecha dura, a quien el presidente argentino conoció ocasionalmente y al poco tiempo pasó a considerar “el máximo prócer de las ideas de la libertad en Argentina”. En 2022, con Milei ya en carrera presidencial, la Eseade le otorgó el doctorado honoris causa. Milei recibió el galardón ataviado con toga, esclavina, birrete y borla, una extravagancia para la tradición argentina. Entre los siete doctores honoris causa de esa institución se encuentran Mario Vargas Llosa, el propio Benegas Lynch hijo y otros referentes de la derecha. Entrega del doctorado 'honoris causa' de Eseade a Javier Milei. En la pasada campaña electoral, Alberto Benegas Lynch hijo y Alberto Benegas Lynch nieto –hoy diputado– dieron que hablar cuando propusieron privatizar el mar y las ballenas. La falsedad del pasado de Milei acompaña las denuncias de plagio en varios de sus libros, dadas a conocer por la revista Noticias y por el libro El Loco. La vida desconocida de Javier Milei y su irrupción en la política argentina (Planeta, 2023), de Juan Luis González. La investigación de 2022 y 2023, que nunca motivó siquiera una pregunta de alguno de los periodistas que habitualmente entrevistan a Milei, detectó que el libro Pandenomics (Galerna, 2022) contenía extractos textuales de trabajos del docente de física español Antonio Guirao Piñera y de su par mexicano Salvador Uribarri. González publicó fragmentos que demuestran textos con semejanzas apenas disimuladas. Luego surgieron más indicios que apuntan a que la copia es un rasgo habitual en la carrera de Milei. Sus columnas en el diario económico El Cronista reprodujeron, como si fueran propios, párrafos de sus economistas admirados Henry Hazlitt, Ludwig Von Mises, Friederick Hayek y Rothbard, sin el cuidado de la cita, según publicó el sitio Medium y verificó la organización Chequeado. Otra de las copiadas en Pandenomics es Gita Gopinath, la actual subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional. Esta economista indio-estadounidense demostró no guardar rencor por el hecho de que el presidente ultraderechista argentino copiara partes de sus artículos, porque cuando coincidieron en el Foro de Davos, en enero pasado, le pidió un selfie. “Hay que dilucidar si el error en la solapa del libro en España fue de la editorial o de Milei, o de un asesor. Pero es una persona que tiene problemas con la realidad y se maneja así por la vida”, dijo González a la diaria. “Convirtió en una intención política la reinvención de la realidad. Como dijo [el portavoz presidencial, Manuel] Adorni, lo que el presidente diga que es la realidad es la realidad. Si dice que tiene cinco perros, tiene cinco perros [hay versiones de que tiene cuatro, pero cree que el espíritu de uno llamado Conan está vivo], si dice que el salario le gana a la inflación, le gana a la inflación [hacia fines de febrero la estadística del Ministerio de Trabajo había constatado una caída del poder adquisitivo del salario de 20,7% en términos reales en los dos primeros meses de su gobierno]; si dice que hay superávit, hay superávit; si dice que es un académico muy exitoso que ha publicado 17 libros, lo hizo, a pesar de que en varios de ellos haya sistemáticos casos de plagio, muy graves”, enumera el autor de El Loco. “Eso habla de la ética de Milei y derriba su teoría de que, primero, es un economista que sabe, y segundo, que vino a terminar con la casta”, concluyó el biógrafo del presidente argentino. Desde que asumió la presidencia, el economista argentino cosechó varios reconocimientos, principalmente en Estados Unidos, adonde viajó cuatro veces en seis meses. Allí es recibido como un prócer en ciertos círculos financieros y en organizaciones judías de derecha, que valoran que Milei sea acaso el único presidente del mundo que avala la ofensiva israelí en Gaza sin el más mínimo reparo, pese a la matanza de más de 14.000 niños. El 21 de junio, el español Instituto Juan de Mariana, otro think tank ultraliberal, lo espera en Madrid con el “premio a una defensa ejemplar de las ideas de la libertad”. Será el segundo viaje de Milei a España en un mes, porque el próximo fin de semana viaja a una convención de Vox, el partido ultraderechista que lo venera. Texto publicado previamente en 'la diaria'
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Mario Iceta, arzobispo encargado de las monjas del cisma de Belorado: "Si mantienen su actitud, llegará la excomunión"
“Fue muy doloroso escuchar de labios de la abadesa decir que el Papa es un usurpador, o asegurar que no ha habido papa válido desde Pío XII”. El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, reflexiona en esta entrevista con elDiario.es sobre el cisma de las clarisas de Belorado y recuerda que, si no deponen su actitud, “serán excomulgadas”. Iceta dice estar a la espera de desentrañar qué ha ocurrido para que las religiosas publicaran un manifiesto de 70 páginas en el que no solo acusaban de hereje a Francisco sino que afirmaban ponerse bajo la tutela de Pablo de Rojas, un falso obispo excomulgado en 2019 y próximo al Palmar de Troya. En el trasfondo de todo el caso sigue pendiendo la compra-venta del convento de la orden en Orduña, el misterioso benefactor que, aseguraba la abadesa rebelde, compraría el edificio y lo pondría a su nombre y, finalmente, el famoso mensaje de whatsapp en el que las religiosas informaban de que abandonaban la iglesia católica. El arzobispo no ve, hoy por hoy, condiciones para un diálogo con las monjas. . ¿Cómo se vive ante un caso en el que unas religiosas pretenden salirse de la Iglesia? Al principio, fue la perplejidad y el estupor. La de las clarisas es una decisión de gran trascendencia para todos, para las monjas, para la comunidad y para la comunión eclesial. Ni el capellán ni el delegado de la vida consagrada, que había hablado con ellas para organizar el cambio de abadesa para el 29 de mayo, sabían nada. Por fin, conseguí contactar a través del capellán y la vicaria accedió a ponerse al teléfono para ratificarme su decisión. Sentí tristeza, pero también la convicción, y la voluntad de tender puentes para sentarnos, cuando se den las condiciones. Esas condiciones ahora mismo no se dan... En este momento no. Con todo el tsunami mediático y la actitud de quienes están en torno al monasterio... Necesitamos saber qué ha pasado. Qué caminos se pueden seguir antes de tomar otro tipo de decisiones. Me gustaría tener un momento para encontrarme con ellas, pero hasta el momento no ha sido posible. Las monjas han hecho unas durísimas declaraciones en televisión, llamando hereje al Papa y reafirmándose en su salida de la Iglesia. ¿Es posible el diálogo? Fue muy doloroso escuchar de labios de la abadesa decir que el Papa es un usurpador o asegurar que no ha habido papa válido desde Pío XII. Uno se da cuenta del calado de estas afirmaciones y de lo peligroso de estas decisiones. El discurso me pareció irreconocible en estas religiosas. Fue muy doloroso escuchar de labios de la abadesa decir que el Papa es un usurpador o asegurar que no ha habido papa válido desde Pío XII. El discurso me pareció irreconocible en estas religiosas Mario Iceta — Arzobispo de Burgos Aparecían 10, y son 16. Me preocupan especialmente las otras hermanas mayores que mentalmente no están en sus mejores capacidades. Por lo que me llega, no se participó de votación alguna antes de tomar esta decisión. ¿En qué situación están estas religiosas mayores? Pensemos en ellas: unas monjas que entran en un monasterio católico, están 60 años, pierden sus facultades mentales, y terminan su vida en otra institución que no es la iglesia católica. No deja de ser doloroso que acabes tus días así. ¿Esto es cosa de todas las religiosas, o se teme que estén influenciadas por la abadesa y por el falso obispo Rojas? Esto se lleva fraguando un año. Es precipitado saber el recorrido, pero supongo que tarde o temprano se podrá reconstruir este camino. Es extraño que los sacerdotes de Vitoria que iban a Orduña, entre los que estaba el propio vicario, no hayan detectado nada. Todavía, hoy, es una historia muy fragmentada. ¿Qué ha fallado?¿Cómo puede ocurrir esto en la Iglesia sin que nadie se entere? Los conventos están federados. Hay un órgano de comunión donde se cuidan unas a otras. A veces, por escasez de religiosas, esa visita de los monasterios no es tan frecuente o profunda como fuera necesario. También uno confía en la madurez de los propios monasterios. Esto no ha ocurrido en muchos siglos. Los capellanes están sobresaturados, sin tiempo suficiente para testar la calidad de la propia vida monástica. Tendríamos que revisar los elementos de cuidado de los monasterios, esto es cierto. ¿Qué ocurrirá con las monjas si finalmente persisten en su actitud? ¿De quién es el convento, suyo o de la Iglesia? Estoy escuchando a varios canonistas y no tengo un informe claro sobre las consecuencias de los diversos escenarios. Es una situación inédita, pero en principio parece claro que los edificios de la Iglesia son de la Iglesia, y hay que ver qué repercusiones tienen pasos como el dado por las hermanas, si persisten. Yo no sé si son conscientes de la profundidad y consecuencias de esta declaración y de este paso que han dado. No se trata de hacer lo mismo que hacían bajo la tutela de la Iglesia ahora bajo la de este señor… No quiere hablar de cisma, ni de excomuniones, pero lo cierto es que la situación en la que les han puesto las religiosas no tiene parangón. ¿Qué pasos han de darse a partir de ahora? Confío en que pase este estado de shock y que se den las condiciones para dialogar. Hace tres semanas que los obispos de Vitoria, Bilbao y yo mismo iniciamos una investigación canónica que sigue adelante. Si las hermanas se mantienen en esta posición el último paso es que se sitúan al margen de la Iglesia y llega una declaración de excomunión, y eso hay que hacerlo monja por monja, y teniendo en cuenta la posibilidad del perdón y la misericordia. Esa es la esperanza, pero antes hay que dejar pasar unos días e intentar algún tipo de encuentro y verificación. Es muy pronto para tener una perspectiva. Confío en que pase este estado de shock y que se den las condiciones para dialogar. Hace tres semanas que los obispos de Vitoria, Bilbao y yo mismo iniciamos una investigación que sigue adelante Mario Iceta — Arzobispo de Bilbao Se habla de motivaciones económicas. ¿Hasta qué punto se puede promover un cisma por una fallida operación de compraventa? Yo no creo que haya una motivación crematística y de negocio en las hermanas, que me consta que mantienen con gran sacrificio. Ellas quieren vender el monasterio de Derio, pero las condiciones no son las óptimas. Ojalá lo vendieran, porque lo necesitan. En el tema de Orduña está ese comprador, que nadie sabe quién es, lo que no deja de resultar curioso. ¿Tan secreto es? Llama la atención. Por parte de las monjas no creo que haya ese interés crematístico, pero no sé en el caso de terceros. Vender los monasterios es un dolor de cabeza que a ellas, seguro, les ha aumentado la aflicción y la dificultad. En Orduña, además, quien compraba no eran las monjas… Había un benefactor, que decía que compraba el monasterio, lo ponía a su nombre y lo cedía a las monjas. Ahí se encienden las alarmas. No sabemos quién es este benefactor y cuál es su intención. Y se les pregunta quién es y por qué, y no hay respuesta. Es verdaderamente extraño. ¿Qué le dicen en Roma? La Santa Sede, a través del dicasterio de Vida consagrada, está puntualmente informada y en la medida en que se generan noticias se las voy enviando. Roma tiene todos los documentos. Todavía no he recibido un feedback. Ellos me han dicho que vaya informando y que van a estudiar el asunto. Estoy a la espera Toda la información en www.religiondigital.org
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