Ruta cafetera por Cantabria: estas son las paradas obligatorias para degustar más de 70 variedades de cafés (algunos con premio)

Desde el primer sorbo de un café con leche por la mañana hasta el cortado al final de una comida, el café se cuela en la vida cotidiana de los españoles, en las pausas de la oficina o sus mesas de trabajo. En las terrazas, en las tabernas escondidas o en las modernas cafeterías de diseño, el café se disfruta a lo largo y ancho del país, cada región con su propio estilo, pero siempre con el mismo objetivo: un pequeño placer que se alarga durante horas y que, como la vida misma, nunca tiene prisa.

Así lo demuestran los datos del último informe realizado por la cadena Café & Té sobre los hábitos de consumo de café en España: el 63% de los mayores de 15 años toman un café diario, y se niegan a renunciar a este pequeño ritual que funciona como herramienta social del siglo XXI. Y la cifra no se queda ahí, ya que entre los más cafeteros, la media asciende a 3,6 cafés al día durante la semana, reduciéndose ligeramente durante el fin de semana a 2,7 tazas.

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Este arraigo cultural se ve reflejado en el aumento constante del consumo. El Informe de Consumo Alimentario en España, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, destaca que, comparado con 2008, los hogares españoles consumen un 14,4% más de café. Así, España sigue consolidándose como una nación con una gran cultura cafetera, donde estos placeres de cafeína son catalizadores en la mejora de nuestras relaciones sociales.

Un ritual social con fama en España

Desde el momento en que la taza se acerca a los labios, el aroma intenso y envolvente empieza a activar la mente, anticipando el placer de ese primer sorbo. El calor de la bebida recorre la garganta, proporcionando una sensación reconfortante, mientras el sabor, tan lleno de matices, llena la boca con su amargor suave y su toque ligeramente dulce. Hay muchos tipos de cafés: algunos más "dulzones" como el café bombón, con leche condensada, una opción ideal para los que huyen de sabores fuertes.

También destacan el cortado o macchiato, uno de los más demandados, elaborado con café y con un tiro de leche caliente para teñir la bebida, y el capuccino, realizado con café espresso y la misma cantidad de leche y crema, y un pequeño toque de cacao.

Como herencia del legado italiano, la oferta se completa con el ristretto, un corto con una mezcla de notas tostadas, intensas y frutales, el romano, un espresso con toques cítricos o el más desconocido, el café turco, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO que es elaborado con un café molido muy fino, y el uso de un cezve (cafetera de cobre). Sin embargo, en España el que forma parte de casi todas las sobremesas es el café con leche.

Cantabria es una región famosa por su cocina marinera, compuesta por pescados frescos. También despuntan algunos platos emblemáticos como las rabas de calamar o las anchoas de Santoña, la mantequilla de La Pasiega de Peña Pelada o los sobaos cocinados en obradores de los valles pasiegos. Sin embargo, esta región del norte de España invita a los turistas a realizar una ruta cafetera que resulta muy propicia en esta época del año, acompañada del descenso de las temperaturas en muchos puntos del país.

La ruta comienza en Santander, donde La Brújula, propiedad de Álvaro Obregón Peña, se ha convertido en un clásico polivalente, ofreciendo desayunos y meriendas con café Dromedario, además de menús diarios por 12,90 euros y una amplia selección de pinchos en barra, sándwiches y hamburguesas. Con un horario que va desde las 7:00 hasta las 22:30 horas, es un lugar ideal para cualquier hora del día, donde se fusionan la tradición y la calidad del café con una oferta gastronómica variada.

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Por su parte, Picos de Europa, también en Santander, es otro de esos establecimientos donde el café es el gran protagonista. Esta cafetería invita a degustar una amplia variedad de cafés espresso Dromedario, entre ellos el clásico americano, capuccino, irlandés y escocés, además de una oferta de repostería y su famosa tortilla de patata vegetal.

En Rocamar, ubicado en pleno Sardinero, el café también juega un papel destacado, aunque su oferta gastronómica se extiende más allá de la bebida. En una nueva etapa, con Gumer Fernández y Nico Martínez al mando, el restaurante ofrece una cuidada selección de raciones, donde el marisco es el protagonista, pero sin olvidarse de los clásicos como hamburguesas y perritos. Además, su café y sus tapas se han convertido en una opción muy popular para los locales y turistas que pasean por una de las zonas más emblemáticas de la ciudad.

Para los aficionados al café de especialidad, Café Dromedario, en Heras, es una visita obligada. Con una amplia selección de cafés de alta calidad, incluyendo blends premiados internacionalmente y cafés provenientes de diversas fincas del mundo, este establecimiento se dedica a ofrecer una experiencia única para los amantes del café. Además, cuentan con una excelente oferta de tés e infusiones gourmet, lo que convierte a Dromedario en un lugar donde la calidad y la variedad están al alcance de todos.

Cafés de diseño, también para llevar

La próxima parada de la ruta es Kafeteros, en Santander, que incluye cafés con 30 orígenes distintos y más de 80 puntos SCA (sistema de calidad para evaluar los granos de café), bollería casera y bebidas de autor. En este local, el café se elabora con innovadores métodos de preparación como el slow coffee, transformando el espacio en un auténtico oasis para los que buscan algo diferente. Además, todos los jueves y viernes se organiza el afternoon tea, un homenaje a la tradición británica iniciada en la década de 1840 por la Duquesa de Bedford.

Por otro lado, Canaima, en Muriedas, es una opción que combina el buen café con una oferta gastronómica variada, con platos como el pudding de cabracho o las anchoas con pimientos asados. Dirigido por Elena Valentina Patras, Canaima ofrece Café El Dromedario acompañado de tortillas de patata, pinchos de barra y una deliciosa selección de bollería. Su propuesta se extiende a carnes y verduras a la parrilla, así como raciones para compartir, lo que lo convierte en un lugar perfecto para una comida más completa, sin renunciar a la calidad del café.

Gallofa & Co es otro de los grandes nombres en la escena cafetera de Cantabria. Con más de 30 establecimientos en la región, esta cadena se distingue por ofrecer café 100% de origen arábico, exclusivo de la casa y galardonado en el World Taste Award.

Para aquellos que buscan algo más innovador, Oromo, café y poke, en Torrelavega, se presenta como una opción fresca y moderna que incluye opciones veganas y hamburguesas de foie. Con su horario de martes a domingo y una oferta que incluye cafés de especialidad con distintos métodos de extracción, este local destaca por su variedad y su ambiente relajado. Además, sus elaboraciones únicas y el toque exótico de los pokes y las gyozas de verdura hacen de este establecimiento una experiencia única para quienes buscan algo diferente.

En Dávila's, en Santander, el café también es su punto fuerte. Con café 100% arábica de El Dromedario, este local ofrece una variada selección de pinchos de tortilla, pinchos de barra, bizcochos, cruasanes y magdalenas, ideales para un desayuno o merienda. Por su parte, Aromme Boutique du Café, en Santander, es una tienda-cafetería especializada en café de especialidad. Con una propuesta moderna y sofisticada, Aromme no solo vende sus variedades de café para llevar, sino que también ofrece la posibilidad de degustarlas en el local, brindando una experiencia única para los verdaderos amantes del café.

La experiencia se cierra con la Taberna del Puerto, en Camargo, donde los desayunos con café y tortilla "El Manolo" se han ganado una gran popularidad. Manolo y Sonia, al frente de este establecimiento, ofrecen también pulguitas, bocadillos, sándwiches, platos combinados, sartenes, ensaladas y raciones, convirtiéndolo en un lugar donde el café y la comida casera se disfrutan en su máxima expresión.